Salud

Los niños y la educación virtual: especialista explica cuánto es un tiempo prudencial ante la exposición de pantallas

La pandemia por COVID-19 obligó a cambiar la manera en que los niños reciben su educación, y esto conlleva a…

Por Elizabeth Rodríguez

Tiempo de Lectura: 4 minutos
Los niños y la educación virtual: especialista explica cuánto es un tiempo prudencial ante la exposición de pantallas
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La pandemia por COVID-19 obligó a cambiar la manera en que los niños reciben su educación, y esto conlleva a una exposición prolongada frente a pantallas, ya sea celulares, computadores o tabletas.

La recomendación de la doctora Marisela Vargas, oftalmóloga pediatra, se basa en un ambiente integral que complemente el bienestar del menor, donde la combinación de distancia, edad y tiempo juegan un papel protagónico.

La Academia Americana de Oftalmología Pediátrica, y la Sociedad Canadiense de Pediatría recomiendan que la exposición a pantallas sea de una hora diaria para niños de 3 a 5 años, y de dos horas para chicos de 6 a 12 años. Los menores de 2 años no deberían de exponerse del todo a la luz de una pantalla.

Asímismo, cada 20 minutos se debe hacer una pausa mayor a los dos minutos, para que el enfoque del ojo cambie entre distancias lejanas y cercanas. Además, mover y estirar el cuerpo e hidratarse para regresar al asiento.

Recomendaciones integrales

Se recomienda que la distancia entre el niño y la pantalla sea mayor a los 33 centímetros. (EduTech)

Los horarios actuales a veces no permiten que estos tiempos se cumplan, exponiendo a los menores a más horas de luz. Una de las mayores recomendaciones es apagar cualquier pantalla una hora antes de irse a dormir, y además considerar los siguientes factores:

El tamaño del dispositivo es muy importante, ya que es mucho más cansado para los ojos cuando la pantalla es pequeña. Se debe mantener una distancia de 33 centímetros, como mínimo, entre el niño y el dispositivo.

“Estamos esforzando mucho para enfocar de cerca lo que provoca cansancio visual, dolor de ojos hasta una sensación de ver doble. Todo esto puede inducir a estrabismo y puede también aumentar un grado de miopía o empezar a manifestarlo”, contó la especialista.

La iluminación del cuarto donde vaya a trabajar es igualmente valiosa, bajo la recomendación de permitir la entrada de luz natural a través de una ventana, o utilizar, preferiblemente, luz blanca de un bombillo. “Hay que evitar exponer al niño en un cuarto oscuro con el contraste de la pantalla al máximo”, explicó Vargas, directora de la Clínica Oftalmológica de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).

Se debe prestar atención a la posición del niño que permita utilizar una silla ergonómica, revisando que las piernas no cuelguen, manteniendo la pantalla al nivel de los ojos con lo cual se debe adecuar también la altura de la mesa.

“Si no se tuvieran las condiciones, por lo menos buscar que tenga una almohada en el respaldar de la silla, que no esté sentado en el sillón o en la cama, o en el piso en la alfombra de la casa. Todo esto puede perjudicar tanto la concentración como la postura del niño”, agregó la doctora.

Crear espacios óptimos y silenciosos para aprovechar al máximo el periodo de concentración de los estudiantes, minimizando de esta manera la exposición innecesaria a dispositivos.

Si el niño presenta molestias oculares, se pueden aplicar los siguientes consejos:

  • Si se utilizan anteojos, que la graduación sea la adecuada y ojalá que tenga un filtro protector de luz.
  • Si el menor padece de alergias o sensibilidad a la luz, bajar la luminosidad del dispositivo o utilizar la opción de filtro de luz azul que viene incorporado en algunos aparatos, y seguir utilizando gotas antialérgicas.
  • Se pueden utilizar lágrimas artificiales como hidratación para el ojo.
  • Se recomienda el uso de compresas frías por las noches durante 10 minutos para relajar los ojos, tanto para niños como para adultos.

“Si hay molestias oculares en algún momento frente a una pantalla, veamos todos los aspectos que pueden estar alrededor del niño, ya que un ambiente muy seco o ambientes fríos con aire acondicionado pueden inducir a sensación de resequedad ocular”, añadió Vargas.

Consecuencias a mediano plazo

Todas estas condiciones integrales también se deberán de aplicar para el estudio con materiales impresos. (Archivo)

El exceso en el uso de dispositivos electrónicos en niños puede provocar emociones adictivas, cuando la única manera de calmarlo es entregándole una tablet o un celular.

También, la doctora manifestó que la dependencia limita el desarrollo cerebral y su capacidad para relacionarse con otros niños. “La creatividad es sumamente importante porque el niño tiene que inventar con qué jugar lo que le permite conocer todo un mundo no digital”.

El sedentarismo que provoca estar frente a una pantalla eleva el riesgo de obesidad y de malos hábitos que después son llevados a otras edades.

A nivel ocular, la especialista detalló que no necesariamente el uso del dispositivo va a inducir a que tenga un defecto refractivo, como miopía o astigmatismo, pero lo que sí se ha visto es que si el niño utiliza la pantalla a una distancia cercana, ha habido un aumento de su defecto visual.

“Hay miopías congénitas que ya vienen con algún defecto en el ojo pero hay otras por efecto de exceso de acomodación, que además si el niño ya viene con una carga genética, puede empeorar”, agregó la doctora.

La primer visita al oftalmólogo debe realizarse antes de los seis meses de edad, si los padres del menor tienen antecedentes de problemas oculares. Si el niño presenta visión normal, fija y mira los objetos, los ojos se ven simétricos y con buen brillo, la consulta con el especialista puede realizarse hasta una edad preescolar.