Natalia Calderón
Desde antes de salir a vacaciones, los niños ya están con tarjetas, manualidades, villancicos y todo lo relacionado con la Navidad. Y naturalmente se van alterando poquito a poquito, su ansiedad crece y se alimenta día a día; es muy normal en todos los niños y más notorio entre los de 2 a 6 años.
Hay cambios de horarios, actividades familiares, una espera ansiosa de regalos; a algunos incluso les cuesta conciliar el sueño. Se sienten nerviosos, intranquilos, alterados; algunos preguntan ¿cuánto falta para la llegada de los regalos? Por otro lado, tenemos la publicidad desde la mañana hasta la noche.
Esta situación es inevitable, pero de los padres depende que la ansiedad de los niños sea manejada de forma más positiva y sea más bien una ilusión y se viva esta etapa en forma mágica.
Algunas recomendaciones
Se recomienda hacer y/o mantener las rutinas (para evitar que los niños anden perdidos en el tiempo y espacio), unas rutinas diferentes o especiales, pues son las rutinas navideñas.
Debemos conseguir bajar el grado de excitación de los niños, bajar su ritmo, llevarlos a un ritmo más tranquilo, más suave, con un ánimo más sosegado. Es fundamental crear y mantener un ambiente relajado en casa, hablar en voz baja, no andar corriendo de un lado para otro, planificar las actividades y una excelente idea es utilizar el calendario navideño ya sea en forma de arbolito, o en la forma creativa que podamos imaginar.
En las noches se recomienda, leerles un cuento antes de dormir, hacer un masaje relajante, usar música clásica o instrumental durante el masaje.
Los padres debemos ser más tolerantes (pues los adultos también estamos más estresados), con regalos, preparativos de cenas, actividades y/o compras, además de exceso de presas (tráfico) por todos lados.
En estas épocas, es fácil perderse en las prisas, las compras, los tráficos, los eventos y los cierres escolares. Procure no perderse entre lo que quiere que sus hijos tengan y lo que quiere que sus hijos vivan. Ellos recordarán siempre los momentos compartidos con usted. Crear con ellos tradiciones y momentos especiales.
Paciencia, la Navidad es una época muy especial y nuestros hijos nos observan todo el tiempo; van a modelar nuestro comportamiento tranquilo y/o ansioso.
La magia es el territorio de la infancia.
Natalia Calderón es Neuropsicopedagoga y Entrenadora Disciplina Positiva
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