Juan Pablo Arias
La búsqueda de empleo se acentuó en el último año, especialmente en las mujeres adultas y los jóvenes -hombres y mujeres entre 15 y 25 años-, según los datos más recientes de la Encuesta Continua de Empleo, elaborada por el INEC.
De acuerdo con los resultados de dicha consulta, hay varios fenómenos que están ocurriendo de manera simultánea y que afectan tanto a quienes encuentran trabajo, como a quienes lo buscan sin éxito.
El deseo de incorporación al mercado laboral de nuevas personas ha provocado que -aunque se registre un crecimiento del número de personas contratadas- estos puestos no sean suficientes.
“Aunque crezca el número de empleos, no alcanza para satisfacer a todas las personas que andan buscando trabajo”, explicó el miércoles Rodrigo Cubero, presidente del Banco Central en una exposición a empresarios del sector comercial.
El incremento en las personas deseosas de trabajar precisamente refleja la mayor disposición de las mujeres y los jóvenes a conseguir un empleo, es decir, hay un aumento de la participación laboral.
Más buscan trabajo
Cuando más personas están en búsqueda de empleo, existe la posibilidad de que -aún con la generación de nuevos puestos de trabajo- no se logre cubrir esa demanda de empleo. Esta mayor búsqueda de trabajo se refleja en los incrementos de la tasa de participación.
Como resultado del incremento en la búsqueda de trabajo, crece tanto la cifra de empleo, como la de desempleo. Esto es lo que ha estado ocurriendo en Costa Rica desde el 2018.
Según las cifras del INEC analizadas por el Banco Central, en el último año la Tasa de desempleo abierto creció en 3,3 puntos porcentuales respecto a un año antes.
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Por el contrario, el crecimiento del empleo pasó de registrar variaciones interanuales por encima del 8% en los dos trimestres previos, a un 1,1% en la última observación de junio pasado.
Precarización del empleo
Los datos del INEC arrojan que, al cierre del segundo trimestre, más de 295.000 personas buscaron trabajo y no lo encontraron. Pero al mismo tiempo, unas 23.159 personas encontraron un nuevo empleo.
Roxana Morales, investigadora del Observatorio Económico y Social de la Universidad Nacional, indagó las condiciones de esos nuevos empleos y halló que las cifras de los contratados tampoco son halagüeñas.
“El dato no es tan positivo cuando desagregamos la información y observamos que 23.159 personas que hace un año tenían un empleo formal, ahora pasaron a ser desempleadas o a laborar en la informalidad”, comentó.
Específicamente se refiere a los siguientes movimientos que se dieron en el mercado laboral:
- Por un lado, la cantidad de personas con empleo formal se redujo en 23.151.
- En contraste, la cantidad de personas con empleo informal aumentó en 46.310.
“Esto quiere decir que hay una precarización del empleo, pues el formal se reduce y la informalidad crece”, comentó Morales.
¿Quiénes obtienen los empleos informales?
Tras analizar los datos del INEC, en el Observatorio Económico y Social de la UNA encontraron las siguientes cifras respecto a las 46.310 personas que pasaron a tener un empleo informal:
- El 66% son mujeres
- El 93% tienen 45 años o más
- El 90% obtuvo un empleo por cuenta propia (no asalariado)
- El 70% trabaja menos de 15 horas por semana
De manera coincidente, mientras aumenta la cifra de independientes, el número de asalariados se redujo, en especial para los hombres.
Por su parte, el desempleo juvenil alcanzó un 32,5%, la cifra más alta desde 2010, cuando se comenzó a realizar la encuesta.
Personas sin estudios en desventaja
Durante el último año, las ocupaciones no calificadas (con menos preparación académica) presentaron una disminución. Es decir, hubo una destrucción de puestos de trabajo.
Este recorte afectó especialmente a quienes tenían menos estudios o estudios incompletos. La reducción se dio principalmente en empleos para personas con primaria (escuela) y secundaria (colegio) incompletas.
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Al desagregar la información e incluir a los que buscaron trabajo pero no lo encontraron, se observó que en todos los grupos aumentó el desempleo, pero en mayor medida entre los universitarios sin título (tasa de desempleo llegó al 16,6%) y de las personas con secundaria incompleta (tasa de desempleo llegó al 16,2%).
