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Minae anula viabilidad ambiental de proyecto piñero de Del Monte en la Zona Sur

Tras varias semanas de polémica, el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) decidió anular la viabilidad ambiental de un proyecto…

Por Manuel Sancho

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Minae anula viabilidad ambiental de proyecto piñero de Del Monte en la Zona Sur
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Tras varias semanas de polémica, el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) decidió anular la viabilidad ambiental de un proyecto piñero, que la Corporación de Desarrollo Agrícola Del Monte S.A (conocida como Pindeco) buscaba desarrollar en el cantón de Osa, a pocos kilómetros del Humedal Térraba Sierpe. Desde diciembre del 2016, la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) otorgó el permiso.

El Minae declaró con lugar un incidente de nulidad contra el aval dado por Setena. “Se rechaza la solicitud de viabilidad ambiental efectuada por Corporación de Desarrollo Agrícola Del Monte, S.A. representada por el señor Rodrigo Jiménez Rímolo”, rectificó el Poder Ejecutivo en la resolución R-0352-2019-MINAE de este 19 de diciembre, de la cual El Observador tiene copia. Con esta decisión, se agota la vía administrativa.

Además el Ministerio ordenó a la Corporación abstenerse de realizar cualquier actividad relacionada con el proyecto Palmar Sur, “hasta tanto no cuente con la viabilidad ambiental aprobada por la Setena”. “Se le advierte que de incumplir la medida podría incurrir en el delito de desobediencia a la autoridad previsto y sancionado por el artículo 314 del Código Penal”, reza el documento firmado por el ministro Carlos Manuel Rodríguez.

El proyecto Hacienda Doña Victoria de la compañía busca establecer y construir una planta de piña para su cultivo, incluyendo pasos de agua y redes de drenaje. “El cultivo y plantel agrícola ocuparán 494,4 hectáreas, mientras que las edificaciones dentro del plantel serán de 1697 m²”, menciona la resolución 2331-2016-SETENA. Se pensaba ubicar en el distrito de Palmar de Osa.

Desde el 2017, un grupo – liderado por la Federación para la Conservación del Ambiente (Fecon) – comenzó a oponerse al proyecto y realizar procesos ante el Setena. En noviembre pasado volvieron a alzarse las voces en contra de la empresa, que incluyó a la Universidad de Costa Rica. (UCR).

Dos años después de que Setena diera el aval, el Minae volvió a conocer los argumentos colocados en el “incidente de nulidad” de los críticos del proyecto. Estos reclaman que Térraba Sierpe es un ecosistema frágil y vital para la zona, así como patrimonio natural.

Cuestionan el riesgo, dado que el proyecto piñero se desarrollaría a apenas 6 kilómetros del humedal. Térraba Sierpe es sitio Ramsar de la humanidad (acordado en un tratado internacional para proteger estos ecosistemas) y es el mayor humedal estuarino del país y uno de los sumideros de carbono más importantes.

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Setena no realizó una evaluación correcta

El proyecto contempla alrededor de 500 hectáreas, en una finca a pocos kilómetros del Humedal Térraba Sierpe. (Imagen con fines ilustrativos/Tomada de Facebook Pindeco S.A.)

En su resolución, el Minae fustigó cómo hizo la evaluación ambiental la Setena. El informe OSJ-744 del 12 de diciembre evidenció que “existen elementos que son de conocimiento del evaluador que no son tomados en cuenta para la evaluación de manera adecuada, siendo que debieron haber sido considerados para la resolución dicha y solamente se consideran para justificar el no realizar la inspección de campo”.

“Parecería que la sola presencia de humedales y de sitios arqueológicos como el mismo desarrollador señala desde el Pronóstico de Plan de Gestión Ambiental (folios 65,89,74 del expediente administrativo) constituyen elementos que debieron haber sido considerados. En la resolución solo se menciona como se transcribe sin que exista indicación de las razones por las que se determinó lo dicho.

En el apartado de Observaciones Generadas y Anexos de la misma resolución es importante destacar las siguientes pues carecen de razonamiento técnico y parecen constituir una mera enunciación además evidencian que en el momento de la resolución se tenía conocimiento de la presencia de humedales (puntos 8,9, 21, 34) así como de la 12 presencia de sitios arqueológicos (punto 13)”, concluyó dicho informe.

Durante su análisis, Setena conoció que la Dirección de Gestión de Calidad Ambiental (Digeca) alarmó sobre el posible impacto de los agroquímicos usaados por piñeras, ya que tras su estudio consideró que Del Monte “debe de abstenerse de utilizar 39 de los 41 plaguicidas evaluados. De lo contrario el proyecto no debe ser aprobado”.

Estas inconsistencias efectivamente debieron haber sido consideradas tanto en la evaluación ambiental como en la valoración que de esta se hace para la determinación del instrumento de evaluación ambiental por lo que ante las inconsistencias mencionadas los valores sobre la significancia del impacto ambiental no son confiables.

Con respecto al patrimonio cultural arqueológico existente en la zona, la Setena no acató la ley y desoyó el principio de precaución. Tampoco completó los estudios técnicos necesarios, de la manera adecuada y ni siquiera realizó la inspección de campo.

“Se trata entonces de un proyecto de trascendencia nacional al que debió solicitarse un Estudio de Impacto Ambiental, como se evidencia en el mismo expediente y se señala en los informes aportados. La Setena es omisa en la solicitud de los informes técnicos necesarios y laxa en su evaluación inicial. Debe apuntarse que incluso la celeridad con que se tramita y decide sobre la viabilidad ambiental es un indicio claro de que no existe un análisis profundo y adecuado del proyecto”, cuestionó el Ministro Rodríguez.

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Prioridad del medio ambiente

El Minae también hizo énfasis en que expertos investigadores han determinado la presencia de plaguicida en el medio ambiente en localidades productoras de piña de la Zona Sur y la Zona Norte.

“Los estudios realizados por el Cieda (Centro de Investigación en Economía Agrícola y Desarrollo Empresarial) y el CICA (Centro de Investigación en Contaminación Ambiental) de la UCR mostraron la presencia de residuos de bromacil y ametrina, dos plaguicidas que se usan en la producción de piña, en el Humedal Térraba-Sierpe”, recordó el Gobierno.

“El impacto ambiental que provocan los plaguicidas utilizados en la agricultura extensiva de la zona sur del país en el Humedal Térraba-Sierpe han sido constatados por investigadores de la Universidad de Costa Rica en un estudio que se inició en el 2013 y continúa hasta el 2017”, agregó.