Redacción El Observador
Karen Marín para El Observador
Hace 19 años atrás el programa de entretenimiento estrella de Repretel era “A Todo Dar” (ATD). Concursos extremos y coreografías, y en especial, sus modelos y presentadores, eran los puntos de atención.
Algunas de sus figuras se disiparon, otras se ubicaron en canales de la competencia -Nancy Dobles y Viviana Calderón, por ejemplo-. Mucha tela para cortar daba aquel formato de la televisión
Y si bien es cierto, fueron varias las modelos que pasaron por ahí, había una chica de amplia sonrisa y abundante melena que tenía un particular clic con la gente: Nadia Aldana.
¿Qué fue de la vida de Nadia Aldana tras haber salido hace más de diez años de ATD? Ser empresaria, dedicarse de lleno a ser madre; esos fueron los dos caminos que tomó.
Y en una entrevista con El Observador la simpática “colocha” repasó recuerdos y adelantó que, si la oportunidad se ajusta, volvería a la televisión.
La nostalgia de los primeros pasos
Desde calendarios y portadas de cuadernos hasta giras y emisiones fuera de Costa Rica rindió aquel formato de la televisión ecuatoriana tropicalizado para Costa Rica. Un espacio amado por unos, odiado por otros.
-Hace 19 años que dio sus primeros pasos en televisión con ATD ¿Qué sentimientos le provoca recordar aquella etapa?
Esa etapa de “A Todo Dar” ha sido de las más lindas de mi vida. La recuerdo con mucho cariño, hasta con nostalgia. Aunque estuve siempre como modelo también tuve la oportunidad de empezar a foguearme como presentadora.
-De esa etapa de popularidad extrema ¿Qué rescata, qué añora y qué odia?
Rescato el cariño del publico, es lo más bonito, lo que más lo llena a uno. Porque en realidad sin conocerlo a uno nos transmitían afecto, nos llevaban regalos, cartas -incluso hasta la fecha-. El público tico siempre ha sido muy especial.
Añoro trabajar en televisión, descubrí que es mi gran pasión. Cuando empecé a desenvolverme como presentadora me di cuenta que eso era lo mío. Sí, añoro otra oportunidad en tele, a pesar de que han pasado muchos años y tengo mucho tiempo de no estar en el medio.
Lo que no me gustaba… las críticas era la parte fea y difícil. Lo que llaman ahora los haters; la gente que no gustaba del programa o de nosotras.
-¿Por qué se alejó de la televisión, entonces?
No fue una decisión mía, yo estaría ahí feliz. No se ha dado una oportunidad. pero me encantaría; aunque en este momento tengo que valorar varias cosas: mi rol como mamá y como empresaria demandan parte de mi tiempo.
Soy mamá al 100%, tengo que llevar a mis mellizas a la escuela, estudiar, hacer tareas. Definitivamente, tendría que poder combinarlo con estas otras facetas que desarrollo en la actualidad.
-Usted siempre gozo del cariño del público ¿Extraña ese contacto cercano con la gente?
¡Sí, por supuesto! esa parte es lo que más se extraña, llena mucho. Sin embargo, de alguna forma lo sigo teniendo a través de mis redes y de Instagram. Ahora que salgo mucho con mis niñas, de igual forma le expresan mucho afecto a ellas, así que de alguna forma lo sigo disfrutando.
-En la intimidad de esa etapa ¿Qué era lo que más disfrutaba y qué es lo que más disfruta ahora en sus espacios personales?
En la etapa de ATD aprendí a apreciar los espacios familiares. Teníamos tanta exposición, tantas actividades que, definitivamente, lo hacían uno valorar esos momentos a solas o en familia. Valorar qué es la libertad y la privacidad.
El precio de la fama es un precio muy alto. Recuerdo los comentarios de mi mamá cuando me decía: “¡ay Nadia. ¿Usted va a salir así?”. Siempre he sido muy sencilla, no me gusta maquillarme todos los días, ni vestirme formal, disfruto de andar en chanclas y la vida sencilla.
Ahora que pasó ese pico de fama, me siento más tranquila y más relajada, estoy disfrutando de otras cosas.
La madre, la empresaria
En el 2012, Nadia Aldana se casó con Marco Piñeres un empresario quien también tiene negocios en el campo del entretenimiento desde una plataforma de producción de eventos. De ese matrimonio nacieron sus mellizas, Sara y Sofía.
Nadia, a sus 40 años de edad, lleva 12 años madurando su propia marca de tiendas de ropa, Boutique Aldana. De alguna manera, sigue vinculada al medio del espectáculo aunque desde otra esfera.
-Hoy Nadia es una empresaria, madre y esposa, ¿Cómo describiría su vida?
En esta etapa de mi vida me siento plena, sobre todo por mi rol de esposa y de mamá; era algo que anhelaba muchísimo también.
-Sara y Sofía ¿Cuán diferentes o similares son?
Sara y Sofía son totalmente diferentes. Aunque la gente las ve y dicen: “¡son iguales!”, no lo son.
Sarita, que es la menor, por dos minutos, es coqueta, hace porrismo, gimnasia, le encanta maquillarse, bailar y cantar. Sofi es divertida, bromista, le encantan los deportes y el fútbol.
Mientras que Sarita quiere andar en tacones, Sofi quiere andar en tacos; es Saprissista.
-¿Piensa en tener más hijos?
No, ya no planeamos tener más hijos, porque tenemos uno del primer matrimonio de mi esposo.
-¿Cómo compaginan sus facetas usted y su esposo?
Somos bastante comprensivos respecto al trabajo de cada uno, no tenemos un horario de oficina, entonces hay flexibilidad. Trabajamos en cosas que de alguna forma se asemejan, entonces hay mucho respeto.
Todavía me siento muy enamorada después de siete años, y agradecida con Dios, porque es un papá presente, un papá amoroso.
Me siento feliz, siempre está haciéndonos reír y siempre hay un ambiente muy bonito en la casa.
Aunque no todo es perfecto, tengo que ser sincera, han habido problemas y etapas difíciles, pero seguimos juntos y enamorados.
-¿Es Nadia sumisa o dominante?
Creo que soy una combinación de ambas. Soy cristiana y eso me hace ubicarme en mi rol dentro de mi hogar, creo firmemente que el hombre es cabeza del hogar. Por otro lado soy brava, entonces de repente me enojo, pero también soy comprensiva y muy cariñosa.
Lo que falta por hacer
Aunque está enfocada en sus papeles de madre y empresaria, Nadia Aldana asegura que aún tiene mucho para dar, y es ahí done reafirma que si la oportunidad se ajusta a su nueva vida, volvería a la televisión.
-¿De sus sueños de joven qué le faltó por hacer?
Siempre quise irme a mochilear y no lo hice. Siempre digo que disfruté lo que tenía que disfrutar, de las travesuras y rebeldías de la adolescencia. También fui muy aplicada en los estudios, pero no dejé de disfrutar.
-¿Qué le falta por hacer ahora?
Me encanta viajar. Mi esposo y yo nos casamos embarazados… entonces ahora que las niñas acaban de cumplir siete años, quisiera poder disfrutar más con él como pareja. Quiero ir con él a Europa, quiero tener más tiempo con él.
-¿Se asustó cuando le dijeron que esperaba gemelas?
Si, si, un poco. No lo podíamos creer; pero siempre lo he visto como un regalo de Dios y una respuesta de él, porque en ese momento me sentía muy presionada por mi edad, cuando mis bebés nacieron tenia 33 años.
¿Cómo conoció a Marco, su esposo?
Conocí a Marco como tres años antes. Él me contrató para un evento, hice el evento y no lo volví a ver. Después nos encontramos en enero y ya en junio nos estábamos casando. Entonces fue todo muy rápido.
-¿Cuál es la mayor satisfacción que le ha dado la vida fuera de la pantalla?
Lo que más valoro sin lugar a dudas, es mi vida familiar y la tranquilidad que da la privacidad.
-¿Cómo se ve a futuro?
Me veo disfrutando de mi vida, de mi empresa y ojalá llegue una oportunidad para volver a la televisión, porque a pesar de que ya no estoy tan joven creo que sí tengo cosas que dar. Así que, espero que llegue una nueva oportunidad para volver a la tele.
