Tras días de mantener intactos sus registros de coronavirus el régimen de Daniel Ortega comunicó este martes que el país ha registrado 254 casos de COVID-19 entre positivos y sospechosos durante la última semana.
Con una redacción ambigua y sin compartir mayores detalles, el Ministerio de Salud nicaragüense divulgó que en los últimos siete días murieron 9 personas a causa de la enfermedad.
Así, el país vecino estaría teniendo 279 casos positivos y 17 fallecidos por la pandemia, números que no dejan de estar exentos de polémica por el manejo que las autoridades del país han dado al virus.
Tras leer el comunicado, la ministra de Salud, Martha Reyes, afirmó que la mortalidad en su país ha disminuido y que las muertes por neumonía se mantienen similares a de los últimos años.
En medio de dudas
Mientras la mayoría de los países del mundo han cerrado sus fronteras y paralizado sus actividades al máximo para controlar los brotes de COVID-19 el gobierno sandinista mantuvo su invitación al turismo y ha convocado a eventos como carnavales, corridas de toros y maratones.
Profesionales en medicina independientes han advertido que la pandemia está subregistrada en el país y que existían problemas incluso para acceder a equipo básico de protección.
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La Asamblea Legislativa de Costa Rica, por su parte, pidió a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) una investigación sobre el estado de la enfermedad en Nicaragua, lo que fue respondido por parte del Congreso nicaragüenses con insultos y acusaciones de “intervencionismo”.