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Nicaragua premia a trabajadores de salud afines al Gobierno pese a denuncias del sector

Voz de América para El Observador La Asamblea Nacional de Nicaragua, controlada por el gobernante partido del Frente Sandinista de…

Por Voz de América

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Nicaragua premia a trabajadores de salud afines al Gobierno pese a denuncias del sector
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Voz de América para El Observador

La Asamblea Nacional de Nicaragua, controlada por el gobernante partido del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), condecoró esta semana en una sesión especial a los trabajadores de la salud por estar en primera línea de batalla atendiendo a pacientes con COVID-19.

El presidente de la legislatura, Gustavo Porras, quien está sancionado por Estados Unidos, impuso a la ministra de Salud, Martha Reyes, la Medalla de Honor Asamblea Nacional en Oro, un distintivo entregado pocas veces por este poder del estado.

Al acto asistieron unos 100 trabajadores de la salud pública, entre directores de hospitales, médicos y enfermeros, algunos de ellos portando banderas del FSLN y sin cumplir reglas de distanciamiento social.

Entre ellos estaban la exministra de salud, Sonia Castro, también sancionada por Estados Unidos por supuestamente negar la atención a manifestantes opositores durante las protestas en abril de 2018. También estuvo presente el doctor Carlos Sáenz, secretario del Ministerio de Salud.

Diputados opositores se retiraron del homenaje

Los diputados de oposición se retiraron durante la sesión especial y criticaron el homenaje como “un acto de hipocresía”, recordando que a los trabajadores de la salud no se les ha suministrado los equipos de protección necesarios para atender la pandemia.

“La actividad era una falta de respeto a los médicos y trabajadores de la salud que han muerto; y a los que también han corrido de sus puestos por reclamar sus derechos mientras se exponían salvando vidas sin protección”, dijo a la Voz de América la diputada opositora Azucena Castillo.

Exprsó que “la bancada opositora no podía acompañar este tipo de sesión especial porque no estamos de acuerdo con el trato que se les ha dado a los médicos, enfermeras y los trabajadores por hacer uso de su derecho de expresión.

A inicios de julio, el gremio médico reportaba el fallecimiento de al menos 70 trabajadores sanitarios. Médicos, enfermeras y personal auxiliar murieron por causas asociadas a la pandemia.

Asamblea Nacional Nicaragua, homenaje a personal de salud
Parte del personal de salud llevó propaganda oficialista al acto y no tomaron medidas de distanciamiento social en la Asamblea. Foto de Houston Castillo, VOA

También fueron despedidos al menos 16 trabajadores de la salud que firmaron cartas públicas en las que cuestionaban el secretismo con el que el gobierno de Nicaragua ha manejado la pandemia.

El doctor Alejandro Lagos, uno de los médicos que ha atendido de forma independiente a varias personas enfermas de coronavirus y que se contagió, dijo que la premiación se dio en momentos en que el personal médico se ha visto impactado por falta de medidas impulsadas por el gobierno.

“Nadie está contento y nadie iría a celebrar nada. Peor, en un acto de concentración donde se entregan medallas a operadores políticos que han sido incondicionales al régimen de Daniel Ortega. No viene a representar a un personal de salud que ha sufrido trabajando en situaciones adversas y precarias de seguridad exponiendo sus vidas”, criticó el doctor Lagos.

Discurso político

El discurso de Gustavo Porras no mencionó la muerte de ningún trabajador de la salud, ni las afectaciones que ha tenido este sector. Por el contrario, dijo que ha habido logros en el sistema sanitario gracias al “comandante Daniel Ortega y a la compañera Rosario (Murillo)”.

Al finalizar el discurso Porras fue ovacionado por el resto de los legisladores sandinistas, que gritaron consignas a favor de Ortega.

“Viva nuestro comandante Daniel. Vivan nuestros médicos”, gritó el diputado oficialista Filiberto Rodríguez.

Desde que se reportó el primer caso de COVID-19 en Nicaragua, el personal médico denunció que había órdenes de no permitir el uso de mascarillas para no crear pánico en la ciudadanía.

En las instituciones públicas y hospitales tampoco se notaba un uso regular de mascarillas y en la misma Asamblea Nacional los legisladores oficialistas se resistían a utilizarlas y se burlaban del resto de diputados que lo hacían.

Semanas después, en el parlamento se reportó un brote de COVID-19 que afectó al menos a cinco legisladores, los cuales se ausentaron por varias semanas.

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