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No solo de tecnología vive la persona

Natalia Alfaro para El Observador Dedico “25 horas al día” a sensibilizar e informar sobre tecnologías disruptivas e innovación para…

Por Desde la Columna

Tiempo de Lectura: 2 minutos
No solo de tecnología vive la persona
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Natalia Alfaro para El Observador

Dedico “25 horas al día” a sensibilizar e informar sobre tecnologías disruptivas e innovación para niños y adultos. Y, principalmente, a motivar e involucrar a las mujeres a que rompan paradigmas, se apropien del conocimiento y tomen la iniciativa en el mundo STEAM.

Ahora bien, la vida está llena de contradicciones; por eso quiero iniciar mi artículo con una de mis frases más controversiales: “No sólo de tecnología vive la persona”.

La evolución de la tecnología y el humano

Desde 3.500 años antes de Cristo, el ser humano ya estaba en el en el “top” como creador de las tendencias tecnológicas más radicales del momento como en ese caso fue la rueda.

Pero no porque existiera la rueda, el hombre y su existencia iban a cambiar por arte de magia; ya que igual tenía que seguir cazando, cuidando de sus tribus y estar en misión supervivencia.

¿Por qué? Por el simple hecho de que la tecnología es una herramienta y como tal, lo que hace es ayudar a facilitar la vida de las personas.

Pero no es su salvación, y mucho menos, es su destrucción como algunas voces profesan hoy en día… que nos enfrentamos a lo que yo llamo las crónicas de una “robocopalipsis” anunciada.

Voy a explicarme un poco mejor. Desde el año 1784, cuando se dio la primera revolución industrial al crearse la máquina de vapor, 8 de cada 10 personas fueron reemplazadas por dicha tecnología. Así de trágico nos han vendido, por décadas, el impacto de la transformación y evolución en la cadena de valor en los negocios.

Lo que realmente pasó y seguirá sucediendo es que nosotros los humanos experimentamos una transición en cómo hacemos nuestro trabajo, dejando las cosas manuales y rutinarias a las máquinas para enfocarnos en pensar y generar valor agregado.

¿Recuerdan que hace diez años atrás debíamos comprar por separado: una cámara fotográfica, una cámara de video, un “walkman”, un celular, un procesador de texto..? Y eso nos podía llegar a costar más de $7.000.

Hoy, podemos tener todo eso en nuestro bolsillo casi de forma imperceptible, y con una calidad hasta 70 veces superior, en uno solo desde $300 con nuestro celular.

Eso evidencia cómo dependemos más de nuestras habilidades de pensamiento crítico, creatividad, innovación, sentimientos, resiliencia, planificación para escenarios complejos y marca personal adaptable, que de la propia tecnología en sí.

Un medio, no un fin

La tecnología es un medio, no un fin al cual nos debemos apalancar fuertemente porque considero que la tecnología va a ser como el oxígeno: imperceptible y necesaria para vivir.

Ahora estamos en lo que yo llamo “la era de los humanos computarizables”. Es en donde debemos invertir en nosotros mismos; en nuestro cerebro para dedicarnos a entender realmente cómo es que funcionan estas nuevas tecnologías.

Y también cómo puedo sacar el mayor provecho para contar con más y mejores oportunidades, para que alcanzar ese nivel de vida que deseamos, y definir nuestra propia versión de éxito.

Natalia Alfaro cuenta con más de 7 años de experiencia gestionando proyectos en ciencia, tecnología e innovación alrededor del mundo. Es emprendedora y enseña a niños y adultos a pensar de forma creativa y futurista para que puedan construir una sociedad más próspera.
Teléfono: 8898-6226
Web: www.wrlearning.com
Email: [email protected]