Tomás Gómez
Pese a que a los ingresos de la Amnistía Tributaria y la desacelaración del crecimiento de salarios han dado un respiro mínimo las finanzas del Estado, el déficit financiero sigue estando presente y para el primer semestre del 2019 alcanzó la cifra de ¢1,1 billones (millones de millones).
El déficit financiero o déficit fiscal -como se le conoce- sigue sin solucionarse y es alimentado por el pago de intereses de la deuda. Solo en ese rubro se desembolsaron ¢706,000 millones entre enero y junio.
De esa cifra, el 84% correspondió a intereses de la deuda interna.
OBSERVE MÁS: Creciente pago de intereses sigue alimentando el déficit fiscal
“Tenemos una mejora en que el déficit primario que sigue su tendencia a reducirse, pero donde seguimos teniendo un déficit abultado -y es algo que reconocemos- es el déficit financiero”, admitió ayer el presidente Carlos Alvarado.
“Se los digo con sinceridad y dolor; uno ve el presupuesto que estamos trabajando para el otro año… y saber que vamos a pagar más de ¢2 billones en intereses y deuda es una proporción enorme del presupuesto, pero es lo que como país fuimos haciendo en los últimos 30 años”, lamentó el mandatario.
La apuesta del Gobierno
Los nuevos préstamos internacionales y la entrada en vigencia de Impuesto al Valor Agregado (IVA) forman parte de la estrategia de Alvarado para atacar el déficit financiero.
Sus medidas las sintetiza así:
- Reducción del costo de la deuda: reorganizar los montos mediante los recursos provenientes de Eurobonos, la Corporación Andina de Fomento (CAF) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) reducirían el pago de los intereses.
- Crecimiento económico: se sigue apostando por la reactivación como método de dinamizar la economía.
- Mejora recaudatoria: mediante la trazabilidad generada por el nuevo Impuesto al Valor Agregado (IVA) y la digitalización de facturas se espera mejorar la recaudación tributaria total.
