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Piza podría quedarse al menos un año más

Aunque el ministro de la Presidencia Rodolfo Piza insiste en que ni él, ni el presidente Carlos Alvarado, tienen prisa…

Por Sylvia Alvarado / Tomás Gómez

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Piza podría quedarse al menos un año más
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Aunque el ministro de la Presidencia Rodolfo Piza insiste en que ni él, ni el presidente Carlos Alvarado, tienen prisa con su anunciada salida, dejó ver que esa primera etapa de la que ha hablado, podría significar mantenerse en el Gobierno al menos un año más.

Piza dijo que “cuando el país esté mejor y vaya encaminado a un proceso de mejoría”, podrá decir “hombre, aquí está la tarea y entonces vendrán otras personas”.

El Observador le preguntó si eso podría ser como a mitad de gobierno. El Ministro dijo: “Puede ser, no lo sé, pero no tengo prisa ni el Presidente tampoco”.

Ni siquiera se ha sentado con el Presidente a valorar un posible sucesor, confesó, “porque no es a corto plazo; falta mucho”.

A varias semanas del oleaje de críticas que desató ese anuncio en la opinión pública, en círculos empresariales y políticos, incluidos el PUSC y su fracción legislativa, el Ministro no considera que ese comentario haya sido un desacierto, que le reste “músculo político” o que haya causado ruido innecesario al Gobierno y al Presidente, pese a que lo dijo el 3 de mayo, opacando el discurso de informe de labores presidencial pronunciado el día anterior.

Dice el Ministro y excandidato presidencial del PUSC, que ese anuncio no sorprendió a Carlos Alvarado porque no dijo nada diferente de lo que le había dicho un año atrás, “cuando conversamos al puro inicio, yo quedé en ayudarle en las primeras etapas, pero para las primeras etapas todavía falta un rato. Ese día me preguntaron y para ser coherente, dije lo mismo que había dicho: No estaré los 4 años, ayudaré en las primeras etapas. No le puse ni le quité ni una coma”.

No es un Ministro ausente

En todo caso, más que las críticas, que considera parte “del inventario”, le preocupa lograr que las cosas ocurran y que pasen las leyes “aunque tenga que sufrir algún nivel de desgaste. Si al país le va bien, aunque haya que pagar el costo de ser Ministro de la Presidencia, valdrá la pena el esfuerzo”.

Dice que no se quedará los 4 años porque quiere dedicar tiempo a su familia y no porque luego del rol en el plan fiscal, se haya quedado sin margen de maniobra, aún en un Gobierno de unidad nacional donde “sin renunciar a los principios de cada uno, hay figuras que vienen de historias y filosofías diferentes”.

Entre esas cosas que ocurren, considera que su participación en la aprobación de la reforma fiscal fue “Muchísima. Enorme”.

No acepta las críticas de que es un Ministro ausente; más bien “todo lo contrario”. Además, asegura que va 2 o 3 veces por semana a la Asamblea Legislativa y no hay semana que no se reúna con al menos 8 diputados.

Tampoco cree que se está quedando solo. “No. No. Yo nunca me siento solo. Comparto con muchos ministros, muchos jerarcas, muchos líderes de oposición y muchos diputados y gente de toda la sociedad”.

Aportar trabajo es su capital político

Sobre el capital político que le ha aportado y sigue aportando al Presidente, Piza dijo que “el capital político tiene importancia sobre todo en la campaña electoral y ahí aporté lo que correspondía (…), pero en este momento lo que a mí me corresponde no es aportar capital político; es aportar trabajo”.

Agrega que el acuerdo Piza-Alvarado se ha cumplido en un 30% y calcula que un 70% se habrá concretado al final de los 4 años.

Aunque no esté para verlo, dice estar “convencido de que se va a cumplir porque es un acuerdo ante el país y el Presidente está convencido de lo que se llegó a firmar y a acordar”.

Por ahora no sabe si volverá a ser militante activo del PUSC. Y que si volverá a aspirar a la Presidencia de la República, es algo que no confirma ni descarta. Igual, no ve ser candidato “como algo que me gusta, sino como una tarea que cumplir. Siempre he asumido la política como un deber”.

Tampoco cree que valga la pena valorar si, con el paso de los años, su paso por Zapote será visto como un punto alto o bajo en su currículum. “Yo tengo curriculum como para no preocuparme por ello”.

Su legado será, dice, “demostrar que es posible un gobierno de unidad nacional. No visualizo ni en Costa Rica, ni en ningún país del mundo, gobiernos de un solo partido. Tendremos que irnos preparando para un gobierno más parlamentario, como lo he defendido por más de 30 años”.

No se ve a sí mismo como un director de orquesta tratando de lograr una buena sinfonía en el gabinete, sino como el “capitán” que transmite en la cancha la opinión del Director Técnico (DT).

Ese DT, es obviamente Carlos Alvarado, quien como jefe es “un hombre muy abierto, muy comprometido con su trabajo, abierto a escuchar puntos de vista, aunque no siempre los comparta. Es un hombre que está a cargo y cumple su papel esencial de Presidente de la República”.

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