Tomás Gómez
En febrero, cuando un grupo de diputados dictaminó la propuesta de ley para regular los topes a las tasas de interés, el contexto económico era muy distinto del actual. En aquella fecha era difícil prever que la economía costarricense iba a frenarse de golpe como efecto de la pandemia de COVID-19.
La iniciativa, impulsada por el diputado de Gobierno Welmer Ramos y el liberacionista David Gourzong, fue ajustada en aquel momento por la Comisión de Asuntos Hacendarios y dictaminada el 20 de febrero.
Aunque el Gobierno la había sacado de la agenda legislativa, la presión que ejercieron recientemente 30 legisladores produjo la reconvocatoria del proyecto para su eventual aprobación.
Ahora, pese a que sus defensores la definen como un método ayuda económica, el criterio experto dista de tal percepción.
OBSERVE MÁS Gobierno cede a presión de diputados y convoca proyecto sobre tope a intereses
“Lo que va a provocar este proyecto es que los bancos empiecen a cortar las líneas de crédito y tarjetas de aquellos clientes que no les sean rentables con el techo que se les quiere poner a las tasas de interés”, consideró el economista Gerardo Corrales, quien tiene amplia experiencia en el sector financiero.
Según Corrales, la iniciativa vendría a definir el delito penal de “usura”, pero la regulación real de las tasas de interés debería responder a la competencia y eficiencia.
“La forma apresurada en que se está promoviendo el proyecto de usura, con el argumento de que contribuye a bajar las tasas de interés, lamentablemente no es tal, porque los contratos de crédito y tarjetas vigentes ya están definidos”, agregó.
Preocupación en sectores productivos
La inclusión del tema en medio de la emergencia por la COVID-19 también levantó roncha en los sectores productivos, los cuales mostraron preocupación por el panorama que enfrentaría el sector financiero y por la metodología para regular un tema de este calibre.
“Nosotros no creemos en un control de ese tipo, sino que lo debe dictar el mercado. Si alguien fuera a establecer una tasa debería ser el Banco Central que es el que conoce del tema”, indicó Julio Castilla, presidente de la Cámara de Comercio de Costa Rica.
OBSERVE MÁS PLN se alía con PAC y Evangélicos para imponer tope a intereses: 39% a préstamos y 55% a microcréditos
Con ese argumento coincidió el presidente de la Asociación de Importadores de Vehículos y Maquinaria (Aivema), Óscar Echeverría, quien opina que el momento no es el óptimo para una discusión de este tipo y mostró preocupación por el golpe que la medida implicaría para los bancos, que deberán tener un rol protagónico durante y después de la crisis.
“Nos preocupa esta coyuntura que estamos viviendo en este momento. Los bancos y el sistema financiero está siendo afectado y está poniendo su respaldo, pero posteriormente será el sector que apoye a toda la producción y simple y sencillamente golpearlo más estaría generando un efecto dominó no conveniente para el despegue. Necesitamos el sector financiero caminando”, planteó.
