Paula Ruiz
Establecer un tope a la tasa de usura sin que ello implique exclusión financiera para un sector de la población es el reto que, según el presidente Carlos Alvarado, tienen los diputados actualmente.
Por eso, pidió a los congresistas una discusión técnica sin llevar a epítetos o posiciones ideológicas, para establecer el tope de usura.
Actualmente en la corriente legislativa hay dos proyectos de ley en esta línea, uno presentado por el Poder Ejecutivo y otro liderado por los congresistas David Gourzong y Welmer Ramos, tramitado mediante el expediente 20.861.
“Creo que es un punto importante para nosotros como sociedad, más que calificarnos, tener una discusión de fondo para tener los datos objetivos, datos sobre los hechos, esa es la discusión que estoy esperando que tengamos en el Congreso, una discusión constructiva”, señaló el jefe de Estado.
De hecho, aseguró que tiene que trabajarse en un punto de equilibrio, al que aún no se ha llegado.
Las declaraciones de Alvarado se dan después de la aprobación la semana pasada, de un texto sustitutivo sobre el proyecto 20.861, donde definieron una metodología para establecer la usura, que se ganó fuertes críticas del Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Gourzong y Ramos quieren que la usura no pueda superar por 2,2 veces la tasa de interés activa promedio del sistema financiero nacional.
Para el Central, ese “2,2 veces” carece de sustento técnico.
Víctor Morales, Ministro de la Presidencia anunció que ambos proyectos de ley serán convocados en las sesiones extraordinarias, las cuales iniciarán el próximo lunes.
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Posición intransigente
Tanto Gourzong como Ramos hacen oídos sordos a los señalamientos del Banco Central y defienden que sus cálculos toman en cuenta unos estudios realizados por la Escuela de Administración Pública de la Universidad de Costa Rica y la Escuela de Economía de la Universidad Nacional.
Según Ramos, el Banco Central no ha determinado una metodología que cumpla con sus expectativas. Mientras, Gourzong considera que en otros países, es el Banco Central el que “ha regulado y establecido topes”.
Pese a que el Banco Central se inclina por una tasa promedio de 57% de usura, Ramos insiste en que debe de hacerse una nueva revisión, alegando que países que integran la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) tienen tasas máximas de 25%.
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