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Presidente de Incopesca sobre pesca de arrastre: “mi posición se apegará a la ciencia y a la técnica”

En medio de un ambiente convulso entre el sector pesquero y el Gobierno, Moisés Mug tomó la decisión de abandonar…

Por Paula Umaña

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Presidente de Incopesca sobre pesca de arrastre: “mi posición se apegará a la ciencia y a la técnica”
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En medio de un ambiente convulso entre el sector pesquero y el Gobierno, Moisés Mug tomó la decisión de abandonar la Presidencia del Instituto Costarricense de Pesca y Acuicultura (Incopesca), el mes anterior. En su lugar, ahora se encuentra el abogado Daniel Carrasco. Asumió el puesto a inicios de agosto, con amenazas de ciertos pescadores de tomar las calles.

Entre el caos, uno de los temas que ocupa la agenda es la posible validación de la pesca de camarón semi-industrial de arrastre. En el 2013, la Sala Constitucional prohibió la técnica. Hoy, desde el Congreso la buscan revivir.

Las últimas dos administraciones de Incopesca han dado vueltas sin fin sobre el asunto. Una – la del presbítero Gustavo Meneses y del presidente Luis Guillermo Solís – sin filtros ni tapujos apoyó la reinstauración del arrastre. Otra – la de Mug – se inclinó a no tomar postura y dejarlo en manos de otros actores.

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“Ciencia y técnica”

El Observador consultó directamente a Carrasco por su posición sobre la técnica, que la comunidad científica ha caracterizado como la más dañina. Con mucha tranquilidad y cautela, el jerarca aseguró que su posición “es y seguirá” apegada a lo que dicte la ciencia y la técnica.

“Cualquier decisión que tome respecto al tema de pesca sostenible de camarón, va apegada siempre a la ciencia y a la técnica”, dijo. Por el momento, ningún estudio ni ente científico ha señalado que la pesca de arrastre que se realizaría en Costa Rica es “sostenible”.

“Si los estudios me indican que el arte de pesca de camarón es positivo con el ambiente, no podría prohibirlo. Hay una ley que me obliga como Incopesca a instaurarla”, advirtió Carrasco.

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Proyecto en el Congreso

Las autoridades han capturado embarcaciones de arrastre pecando en zonas prohibidas o protegidas. (Minae/Sinac)

La pesca de arrastre de camarón ha estado sobre la palestra desde el 2013, cuando la Sala Constitucional se pronunció. Los magistrados prohibieron la entrega de nuevas licencias para este tipo de pesca comercial, o bien la renovación de las existentes.

En su histórico fallo 10540-2013, la Sala enumeró los impactos ambientales, sociales y económicos de ese tipo de pesca. A mediados de este mes venció la última licencia vigente, a nombre de la empresa Pingüinos de Puntarenas S.A.

El sector asociado al arrastre se queja de que la suspensión afecta a alrededor de 3.000 familias. Un estudio socioeconómico del sector de pesca de arrastre semi-industrial de camarón, realizado por la Escuela de Economía de la Universidad Nacional en el 2016, concluyó que la pesca de arrastre solo genera 590 empleos directos. De esos un 80% son de mala calidad, porque no alcanzan el salario mínimo.

En medio de quejas de actores de Puntarenas por la falta de alternativas, en la Asamblea Legislativa se gesta un proyecto de ley (21.478), que pretende reactivar la pesca de arrastre. La iniciativa es impulsada por el diputado de Restauración Nacional Melvin Núñez.

“Ya en agosto se terminaron las licencias, ya no existe la pesca de camarón y eso no puede ser posible. Se está cerrando una fuente de empleo digna y eso no es correcto”, defendió el diputado.

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Estudios insuficientes

La pesca de arrastre tiene un enorme impacto negativo en el sector artesanal, que componen unas 16 mil familias. (Manuel Sancho/El Observador)

Quienes defienden el proyecto de ley impulsado por Núñez se basan en un estudio realizado por el Incopesca sobre la Fauna de Acompañamiento del Camarón (FACA). Esta es la pesca de otras especies, que no son el objetivo del arrastre.

Los opositores al proyecto aseguran que el estudio es insuficiente y no demuestra que la técnica es sostenible, tal y cómo lo exigió la Sala.

“Los estudios que actualmente hay sobre camarón arrojan resultados positivos en cuanto a la Fauna FACA, que es el estudio científico que sustenta el proyecto de ley”, explicó Carrasco.

No obstante también aseguró que “nunca va a ser suficiente, para cualquier pesquería, un estudio que me arroje un resultado, siempre hay que seguir estudiando”.

El Presidente aseguró que la decisión no está en el Incopesca, pues el proyecto probablemente pasará de la Asamblea Legislativa a la Sala Constitucional.

“De igual manera entiendo que ese proyecto de ley va a ir a consulta de la Sala Constitucional, entonces eso está ahorita en manos de ellos”, sentenció.

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“Incopesca como autoridad de pesca también es una autoridad científica. Tenemos que seguir estudiando, el tema de biomasa o artes novedosas, o precisas que vayan sobre la especie objetivo”, dijo.

Carrasco aseguró que el Incopesca continuará haciendo estudios junto al Instituto Nacional de Aprendizaje (INA). Los análisis buscan determinar si las nuevas artes de pesca de camarón son amigables con el ambiente y respetan el principio democrático sostenible, para cumplir con los estudios solicitados por la Sala Constitucional.

Ni Incopesca ni diputados ni pescadores han cumplido con lo exigido por la Sala Constitucional, de que los estudios sean avalados por la comunidad científica. El sector de pesca artesanal, la Universidad Nacional, la Universidad de Costa Rica, el Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar-UCR) y más de 15 organizaciones ambientalistas se oponen al arrastre.

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Alternativas de pesca

Carrasco aseguró que, “si por A o por B no se llega a reactivar”, el país continuará apostando por fomentar alternativas de pesca, como la acuicultura.

“Tenemos una estrategia 2019-2023 para fomentar y operativizar el tema de acuicultura en el país con la Universidad Nacional y el Instituto de Oceanografía de Fujian de China”, aseguró Carrasco.

La acuicultura consiste en la cría de organismos acuáticos, como peces, moluscos y crustáceos, que permite incrementar la producción de estos productos comerciales.

La técnica puede generar cultivos marinos (en el mar o zonas de comunicación directa a éste); así como cultivos continentales, los que se desarrollan en ríos o espacios de agua dulce.

Otra de las alternativas que Carrasco plantea es la dualidad de las licencias de pesca, para que los que se dedican a la actividad también puedan ofrecer servicios turísticos.

“Por ejemplo para que en los meses de veda se dediquen al tema turístico, hay que ver las posibilidades que se pueden dar en el tema de la reactivación económica (…) hay proyectos en las universidades que hay que jalarlos hacia Incopesca”, aseguró Carrasco.

El abogado agregó que se deben incrementar las opciones de estudios en secundaria y universitarios en las zonas costeras.

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