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Proyecto de ley para licores podría tener problemas de implementación

“En el caso de pelear el contrabando, el cual viene de otros países, poner una etiqueta a la industria legal…

Por Marco Marín

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Proyecto de ley para licores podría tener problemas de implementación
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“En el caso de pelear el contrabando, el cual viene de otros países, poner una etiqueta a la industria legal que opera acá, no tiene sentido. Tal vez funcione un par de semanas hasta que los contrabandistas se las arreglen para falsificar el sello”.

Para Jeffrey Hardy, director general de la Alianza Transnacional para Combatir el Contrabando (Tracit, por sus siglas en inglés), el expediente N° 20.961, propuesto la semana pasada por varios diputados, es ilógico y podría tener el efecto contrario a lo que pretende.

El proyecto, “Ley contra la adulteración el contrabando de bebidas con contenido alcohólico”, propuesto la semana pasada por varios diputados, busca frenar el contrabando de licor, por medio de estampillas fiscales y códigos de barras.

La propuesta nace a raíz de la gran cantidad que el Estado deja de percibir por conceptos de impuestos, aunque, tras la oleada de muertes por alcohol adulterado, la iniciativa también busca detener esta problemática.

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Ruleta rusa

De acuerdo con un estudio, de agosto del 2018, de la empresa Euromonitor, 1 de cada 5 botellas es de alcohol ilícito. Esto coloca a Costa Rica solo por debajo de El Salvador y República Dominicana, en la región

Sin embargo, Hardy asegura que las autoridades y los diputados deben establecer si este proyecto es la respuesta correcta a la situación que vive el país, tanto desde el punto de vista económico, como de salud, y afirma que hay otras alternativas que podrían tener un impacto mayor, antes de optar por los sellos fiscales.

“Fortalecer el mercado legal; racionalizar los impuestos; incrementar las penas de cárcel y fortalecer el control de aduanas y fronteras. Son cuatro cosas que hay que establecer, mucho antes de pensar en pensar en un sello”, explicó.

Hardy agregó que hay un quinto componente el cual es concientizar al público sobre lo que está sucediendo ya que, muchas veces, la tentación de precios más baratos es un aliciente para las organizaciones criminales que se dedican a esto.

La empresa Euromonitor encontró, en el 2018, que el 20,5% de las botellas de licor en el país son del mercado ilegal. Solo República Dominicana (30,8%) y El Salvador (22%) tienen porcentajes más altos en Latinoamérica. (archivo)

El experto también señala que hay ejemplos de otros países, en los que se ha implementado esta práctica, y donde los resultados no son del todo claros.

“Los resultados han sido variados. Analizamos ejemplos de otros 12 países de latinoamérica, en los que algunos aplicaron esta medida y otros no. Encontramos que el contrabando es mayor en los países que optaron por esta política.

“Hay países que han empleado este modelo y, dos años después, se dieron cuenta que invirtieron más dinero en el programa, que lo que recaudaron con la medida”, agregó.

Alianzas internacionales

Hardy también instó a las autoridades ticas a establecer una mayor coordinación con otros países, especialmente con Panamá y apuntó que la zona de libre comercio en Colón, ciudad del país vecino, es uno de los principales componentes del problema.

“Hay que empoderar a estos funcionarios y darles las herramientas adecuadas. Eso va a ayudar de forma inmediata”, aseguró.

Esta cooperación, sumado a una mayor cantidad de recursos para el Servicio de Aduanas y la Policía de Fronteras podría generar mayores resultados en el corto y mediano plazo. También destacó la creación de una comisión mixta, el año pasado, y en el cual están el Ministerio Público, de Hacienda, Seguridad y Salud, entre otros.

Según un informe de Tracit, la pérdida fiscal en nuestro país, a causa del alcohol ilegal llegó a los $94,3 millones en el 2017. El 91% de eso fue a causa del licor de contrabando.

“Trabajar con la policía justo al otro lado de la frontera es crítico. Costa Rica no debe asumir este problema por sí mismo en su lado de la frontera. Hay que hablar con las autoridades que están al otro lado.”

Hardy recordó que si bien el alcohol es uno de los problemas principales, el contrabando se está expandiendo a otros productos como medicinas y artículos del hogar como jabones y comidas enlatadas.

La Cámara de Comercio presentó sus estimaciones este el pasado 21 de agosto. (Paula Umaña/El Observador)

Fuerte impacto

Un estudio realizado por la Cámara de Comercio de Costa Rica concluyó que el volumen de comercio ilícito en el país alcanza un valor de ¢700 mil millones. Esto equivale al 2% del Producto Interno Bruto (PIB) y al 6,8% del consumo total de los hogares.

Según la Policía Internacional (Interpol) existe una correlación positiva y directa entre comercio ilícito y redes de delincuencia organizada internacional.

Hardy recordó que, las organizaciones criminales, buscan las “ganancias fáciles”. Por esta razón considera que es importante revisar el esquema de impuestos actual, para garantizar que esto no propicie el mercado ilegal.

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