¿Qué aportarían las mujeres si se unieran masivamente al mercado laboral?

Muchas cosas, pero sobre todo fortaleza estratégica. A Costa Rica ya llegó la cuarta revolución industrial. Según datos de CINDE (2018) el 64% de las operaciones en el país ya son realizadas por una máquina. Ahora más que nunca las empresas necesitan de colaboradores que sepan cómo comunicarse asertivamente, que tengan la facilidad de dirigir operaciones complejas de manera creativa e integrando los talentos del todo el equipo, la capacidad de ejercer un liderazgo con inteligencia emocional, generando un ambiente que permita la innovación, habilidades para las cuales hemos sido socializadas las mujeres.

Actualmente, en nuestro país un 74,9% de los hombres en edad laboral tienen empleo mientras que en el caso de las mujeres solo el 46.8% tiene trabajo remunerado (INEC, 2018). Incorporar a más mujeres a la fuerza productiva contribuiría a alcanzar el crecimiento económico que el país necesita. Así lo señaló el BID en un informe del 2018 cuando indicó que solo incorporando a las mujeres podríamos resolver los problemas económicos y sociales que tenemos. 

Ahora bien, es importante enfatizar que no se trata solo de incorporar mujeres al mercado laboral, sino de permitirles iluminar los puntos ciegos que sus compañeros hombres son incapaces de ver y viceversa. No se trata de quien es mejor que el otro, es un tema de números. Ocupamos a todos los jugadores en la cancha, el partido se hace cada vez mas complejo, y no podemos darnos el lujo de entrar perdiendo, por no aprovechar las oportunidades que tenemos enfrente. 

Al final, ¿cómo no beneficiarnos todos al impulsar una sociedad donde exista igualdad de oportunidades? Incluso, se discute en este momento en la asamblea instaurar una licencia de paternidad, para promover una crianza compartida desde el nacimiento. Los hombres también están reclamando su lugar en la crianza de los hijos.

Este año tenemos una enorme oportunidad de acelerar este cambio, de promover las conversaciones, discusiones e intercambios de ideas, que nos permitan tomar acciones afirmativas para lograr incorporar a las mujeres al mercado y así impulsar su autonomía económica y el crecimiento de sus familias.