Paulo Villalobos
Para comenzar un ahorro son necesarias la voluntad y un estudio minucioso de los gastos. Esto porque, en muchas ocasiones, las personas no prestan atención al manejo que hacen de sus finanzas.
Es por eso que se vuelve indispensable sacar un momento para determinar la necesidad de un gasto y el problema que este viene a resolver.
Así opina el gerente de Productos Internacionales del Banco Promérica, Carlos Armijo, quien explicó que los ahorros pueden comenzar con disminuir en el consumo de productos y servicios, de los cuales no existe un registro claro.
Para esa tarea, Armijo sugirió hacer la mayoría de las compras con una tarjeta de débito; ya que esa herramienta permite al usuario llevar un control de sus gastos, al registrar todas las transacciones que se hicieron en un periodo específico. Con esa medida se sustituye el uso del efectivo y la compilación de facturas, por ejemplo.
Una vez que se logran visualizar los dineros sobrantes, entonces se puede tomar la decisión de ahorrar un monto de manera periódica, por un plazo determinado y para una objetivo específico.
A esta altura es donde los productos de ahorro vienen a acompañar a las personas, según indicó el vocero de la entidad financiera.
En el sistema financiero existen alternativas para ahorrar:
- Por transacción: al especificarse un monto que se retiene en cada compra
- ej: definir un rebajo automático de ¢500 por la compra de un combo de ¢3.500
- Por metas: ahorros programados que se ajustan a la medida del cliente
- ej: establecer un rebajo de ¢30.000 mensuales para, a seis meses plazo, contar con un fondo para el pago del marchamo
Según Armijo los momentos más propicios para empezar a ahorrar son aquellos de mayor liquidez para la persona. Ejemplo de ello son el pago de los aguinaldos o a mediados de año, cuando se superan los gastos de fin y principio de año.
Educación financiera
Banco Promérica es una de las entidades que están comprometidas con la educación financiera y por eso brinda la información de ahorro a través de sus trabajadores.
Allí los empleados reciben capacitación sobre los productos de Banco Promérica, para después ofrecer charlas anuales en centros educativos, comercios y empresas planilleras, sobre tarjetas de crédito, planes de ahorro y presupuestos personales.
El año pasado, la organización capacitó a unas 900 personas en la materia.
La entidad forma parte de las organizaciones que se unieron a la Estrategia Nacional de Educación Financiera, promovida por la Presidencia de la República y el Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MEIC).
Paulo Villalobos
