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¡Qué trabajo más chiva!: Guardiana de arrecifes

Sus experimentos ayudan a la conservación del medio ambiente y la humanidad Alistar su tanque de buceo y bajar a…

Por Marco Marín

Tiempo de Lectura: 2 minutos
¡Qué trabajo más chiva!: Guardiana de arrecifes
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  • Sus experimentos ayudan a la conservación del medio ambiente y la humanidad

Alistar su tanque de buceo y bajar a las profundidades de la Isla del Coco es una de las partes “sensuales” del trabajo de Andrea Arriaga, de 26 años.

“Ir al campo es demasiado sexy”, explica esta asistente de laboratorio del Centro de Investigación en Ciencias del Mar y Limnología (Cimar) de la Universidad de Costa Rica (UCR).

“Son ambientes mágicos, maravillosos. No hay forma de comparar esto con otros trabajos. Es una oportunidad increíble y apasiona demasiado”.

Arriaga es, además, estudiante de una maestría en biología enfocada en el estudio de arrecifes coralinos.

Gracias a esto, la oficina de esta científica varía entre escritorios y tanques de buceo, lo cual le ha permitido realizar varios viajes a lugares maravillososo, incluyendo la misteriosa Isla del Coco.

Sin embargo, es la primera en aclarar que sus funciones no implican viajes de placer sino todo lo contrario; ya que muchas veces tiene que hacer uso de habilidades que no necesariamente se asocian con los científicos.

Muchas veces, este es el espacio de trabajo de una bióloga marina. Foto: cortesía Andrea Arriaga

“Es un trabajo muy completo. Requiere tener capacidad de redactar, convencer y asociar conceptos científicos que permitan innovar.

En mi caso (también) implica tener que entrar al mar y bucear para colectar muestras de cosas. Asolearse, trasnochar y en muchos casos pasar todo el día trabajando para llegar a limpiar equipos de buceo y después hacer el trabajo académico”.

Esta vecina de Guadalupe tiene clara la importancia de su profesión, en especial por la creciente preocupación de la sociedad con respecto al tema del calentamiento global y la contaminación.

Para ella, el conocimiento que se obtiene a través de las investigaciones científicas puede convertirse en un pilar para la conservación del medio ambiente.

La bióloga también explica que los científicos tienen que hacerse cargo de la parte de logística, por lo que, además de tener que hacer un enorme esfuerzo intelectual para dominar su campo de estudio, también tiene que hacer las veces de administradora.

“Cuando uno pasa de la etapa de estudiante se da cuenta que no hay mucho margen de error; por eso la planificación es tan importante, ya que es un trabajo que implica logística, muchas veces desde semanas o meses antes”.

Otra de las cosas que hace cuando está fuera del agua es compartir sus proyectos e investigaciones en escuelas, ferias y exposiciones para crear mayor conciencia en la población.

¿Qué conlleva ser una bióloga marina?

Más allá de la parte “sexy” de ir al campo para recolectar muestras y zambullirse en ecosistemas únicos, la científica explica que hay una parte intelectual que no se detiene en la sala de estudios.

“Nuestra formación académica es extenuante ya que tenemos que estudiar temas que no necesariamente son pertinentes a nuestro enfoque (de la maestría). Eso implica horas de preparación, estudio, proyectos, muestreo, y muchas veces hay que sacrificar la vida social”.

Según la científica, para tener éxito en este campo y poder dedicarse exclusivamente a esta profesión, hay que ” enamorarse y apropiarse de los temas”.

A futuro, su prioridad es difundir información científica que pueda tener trascendencia en la conservación de estos mágicos ecosistemas.

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