Harold Leandro
Patricia Miranda, integrante de la Comisión de Arbitraje de la Fedefútbol, renunció a su cargo aquejada por las críticas que se le hacen a su hijo, Brayan Cruz, a quien nombró como réferi central en el partido entre Cartaginés y Saprissa y en el que cometió graves errores por impericia.
Miranda, nombrada por el presidente de la Federación, Rodolfo Villalobos, no se fue sola, sino que también dimitió Juan José Araya, quien fungió como coordinador de la dirección de arbitraje.
Luego de dirigir el juego entre brumosos y morados, las críticas contra Cruz no se hicieron esperar y revivió la polémica en torno a su madre, quien era la encargada de nombrar a los silbateros.
Amplios sectores del fútbol tico consideraban improcedente esa relación familiar, pues se criticaba que la mamá nombraba a Cruz por el simple hecho de ser su hijo y no porque estuviera capacitado para arbitrar encuentros de fútbol profesional.
Así parece insinuarlo la dimitente en la carta de renuncia, pues alega que su “familia está primero”.
Pero Miranda no se alejará mucho del referato, pues en la misma misiva indica que desea “consolidarse en el área de capacitaciones de Concacaf”, instancia donde Rodolfo Villalobos, como presidente de la Fedefútbol, es miembro con plenos poderes.
Los errores
El árbitro Cruz, quien fue nombrado en 11 partidos, recibió constantes críticas por sus actuaciones, pero la gota que derramó el vaso fue ese partido entre Cartaginés y Saprissa correspondiente a la fecha 18 y realizado el miércoles 16 de octubre en el estadio “Fello” Meza.
En ese mediático juego, Cruz cometió al menos tres errores garrafales. El de mayo bulto fue no expulsar a defensor morado Roy Miller, quien cometió una evidentísima falta a un rival siendo el último jugador de Saprissa.
Por esta acción, las reglas de FIFA indican que el árbitro debe expulsar al infractor con tarjeta roja directa.
Más adelante, invalidó un gol totalmente legítimo de la “Vieja Metrópoli” y posteriormente -tal vez en pésima aplicación de la “ley de compensación”-, no pitó dos claros penales que cometieron los brumosos contra jugadores tibaseños.
Entonces, se armó la bronca y el tema fue comidilla en cuanto programa de radio y televisión se realizan en Costa Rica sobre temas de fútbol.
Incluso, la Unafut (liga de equipos de Primera División masculina), solicitó oficialmente un informe a la Fedefútbol y una reunión con la Comisión de Arbitraje para analizar este y otros casos de errores de los silbateros.
Fue en este contexto que se presenta la renuncia de Miranda y el coordinador, Araya, pero se desconoce la reacción del presidente de la Comisión de Arbitraje, Óscar Alfaro, hermano del vicepresidente de la Fedefútbol, Víctor Hugo Alfaro, presidente de la Liga de Fútbol Femenino (Uniffut).
Y se desconoce por que Óscar Alfaro no da declaraciones a la prensa, en acatamiento a una directriz de la Fedefútbol.
Por ello se desconoce también si el árbitro Cruz será nombrado en las próximas fechas o si se le enviará “al dique seco”, pues no puede ser castigado porque si se hace, la Federación estaría reconociendo explicitamente una relación laboral con los silbateros, lo que le podría acarrear demandas laborales en un futuro.
Harold Leandro
