Tomás Gómez
Los días de encierro por la pandemia de COVID-19 no fueron un impedimento, para que los delincuentes siguieran actuando en el país el incluso incrementaran su actividad.
Esta semana, el Ministerio Público confirmó que una de las áreas donde más se manifiesta ese incremento ha sido en robo y hurto de vehículos.
La Fiscal de Alajuela, Lilliana Solórzano, explicó que las condiciones de descuido han facilitado los robos, sobre todo al dejar los carros en vía púbica o sin dispositivos de seguridad como alarmas.
Solórzano agregó que las estructuras criminales aunque sean desarticuladas se rearman fácilmente. Las autoridades judiciales han detectado a algunas personas que cometen el delito de forma individual, ya sea para vender sus repuestos, “gemelearlos” o sacarlos del país.
El comportamiento de la criminalidad ha variado con la emergencia. Denuncias por asaltos, robos, hurtos y tachas de vehículos disminuyeron significativamente en el primer cuatrimestre.
A inicios de mayo, El Observador informó que entre el 6 de marzo – día en el que se confirmó el primer caso positivo de coronavirus en el país – y el 20 de abril de 2020, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) registró una reducción del 44% en denuncias por delitos contra la propiedad, en comparación con el mismo periodo del 2019.
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El caso de Alajuela
La Fiscalía expuso el caso de Alajuela, donde solo en el cantón central los delitos contra la propiedad incrementaron un 2,8% en el primer trimestre del año respecto al 2019.
Según la fiscal Solórzano incluso se ha identificado un patrón específico: la mayoría de las acciones ocurren los lunes en dos horarios, entre las 9:00 a.m. y 11:59 a.m. y de 6:00 p.m. a 9:00 p.m.
Solo en marzo, el OIJ tramitó 33 denuncias por robo en el municipio, sobre las cuales ahora trabaja el Ministerio Público.
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