Desde la Columna
Por: Marianela Arias, sexóloga Durex
La sexualidad es diversa, se ajusta a los momentos históricos y a su moral, sus prejuicios, y los discursos que ajustan a estos. Se marca al compás de la cultura, se ajusta a las edades del desarrollo de la persona, su género, su entorno, sus vivencias, sus particularidades, sus valores y su posibilidad. Se ve diferente al inicio de una relación, se transforma con la dinámica familiar y evoluciona continuamente. En fin lo marcan muchas cosas, no se ve de una sola manera, ni se vive siempre igual.
Es por todo esto que, frente a un evento mundial tan relevante como una pandemia, sabemos que la sexualidad también a cambiado. Y es una buena oportunidad para replanteárnosla de manera particular. Los que están en pareja tienen frente una oportunidad de innovación y de exploración. Estar en el mismo espacio todo el día todos los días puede desencadenar en rutina y lamentablemente las tensiones pueden crecer, siendo entonces la sexualidad una aliada para reconectar y facilitar la comunicación.
¿Qué pasa con las personas que no conviven con su pareja, o no tienen? De la misma manera es esta una excelente oportunidad, pero, ¿Para qué? Claramente se debe sostener el “distanciamiento social”, esto significa que las relaciones sexuales casuales deben de suspenderse (de manera presencial al menos, no olvidemos el sexting) porque aunque aún no ha evidencia de que el contagio se dé por fluidos vaginales ni semen, obviamente los besos o tan solo la cercanía ante un encuentro intimo significa un alto riesgo de contagio.
La buena…¡No! EXCELENTE noticia es que para sentir placer no necesitamos a nadie más, y es entonces cuando este evento histórico nos “empuja” hacia una sexualidad que se ve más como autoerotismo, y eso está muy bien. Sabemos que para los hombres el tocarse es algo mucho más normalizado a nivel social; pero este tema en mujeres, mucho más de ciertas generaciones es, valga la redundancia: todo un tema.
Un tema lleno de miedos, de tabúes, de estigmas, de prejuicios, desconocimiento y la evidencia de una gran desconexión con nuestro cuerpo. Por tanto este asilamiento nos pone frente a una gran oportunidad, de conocernos mejor, cuidarnos, amarnos y disfrutarnos. Y si ya lo hacemos: profundizar e innovar en la práctica, con formas diferentes de tocarnos, velocidades y texturas nuevas, fantasías más elaboradas y juegos o juguetes que nos regalen nuevas sensaciones.
Esto para las mujeres y para los hombres también, el hombre (por temas de prejuicios sobre la masculinidad, la falta de educación sexual y el sobre-consumo de pornografía, que tampoco ayuda) tienden a ser muy falocentristas, a explorar poco la totalidad de su cuerpo, a no entregarse al erotismo ni el auto-cuidado/auto-chineo. Así que tenemos mucho que aprender y explorar, independientemente de nuestro género. Parece que tenemos el espacio, muchos también el tiempo para aprovechar la situación actual y poder hacerlo de manera más pausada y consciente.
Que al salir de esta cuarentena nos urja amar, sí; que se nos antojen los besos y los abrazos, el calor del cuerpo de quien nos enciende y la respiración agitada de por quién sentimos; pero que sepamos que siempre podemos volver a nuestro cuerpo, que mejoremos la práctica de amarnos mejor y disfrutarnos más a nosotros y nosotras mismas. Que sea nuestro cuerpo, lo mucho que lo conocemos y lo cuidamos el punto de partida de una sexualidad compartida, priorizando el amor propio y el auto-placer; y de allí que parta todo lo demás.
Msc. Marianela Arias Lamicq
Sexóloga de Durex Centroamérica
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Número telefónico para citas: (506) 2282-1663
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