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Solar Ing Costa Rica: un apuesta del tamaño del sol

A los 19 años, Adrián Murillo tuvo una conversación con una amistad canadiense que le cambió su vida. El norteamericano…

Por Marco Marín

Tiempo de Lectura: 5 minutos
Solar Ing Costa Rica: un apuesta del tamaño del sol
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A los 19 años, Adrián Murillo tuvo una conversación con una amistad canadiense que le cambió su vida. El norteamericano le preguntó: “¿cómo es posible que haya más paneles solares en Canadá, que en Costa Rica? En especial por el clima”.

La interrogante impulsó a Murillo, hoy de 32 años, hasta fundar Solar Ing Costa Rica, una empresa reconocida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como la mejor del istmo en el sector de energía renovable.

La compañía costarricense nació con una inversión inicial de ¢900.000. Hoy apunta a conquistar América del Sur. Murillo adelantó que, en las próximas semanas, hará un anuncio que pondrá a Costa Rica en el ojo de Latinoamérica y del resto del mundo.

Si bien el clima empresarial no siempre ha sido soleado para el emprendedor, ver los retos como oportunidades le permitió lograr metas que ni imaginó al inicio. “¿Cuál ha sido el plan de trabajo para llegar a este punto? Asumir riesgos que con emprendedurismo y buena fe se logran. Convertimos esas contras en una situación de éxito”, manifestó Murillo con una sonrisa.

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La pregunta del millón: de tristeza al éxito

Con la semilla de la duda sembrada, Murillo se puso a investigar sobre el tema. Paralelamente inició la carrera de Ingeniería Electrónica en el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC).

A los pocas semanas encontró, por Internet, a la profesora Susan D’Agostino. Además de enseñar sobre energías renovables en la Universidad de Massachusetts, ella vendía paneles solares.

Luego de varias conversaciones, la académica pudo constatar el verdadero interés del tico. El alajuelense le expresó su deseo de fundar una empresa. D’Agostino ofreció enseñarle todo sobre el funcionamiento, a cambio de que le comprara a ella, los sistemas que Murillo fuera a necesitar para sus primeros proyectos.

Finalmente en el 2008, el joven tuvo la suficiente confianza para acercarse a un empresario de San Ramón, con el objetivo de plantearle la fundación de una empresa de energía solar.

“Ahí hay una historia de tristeza, que se convierte en éxito y que marca el camino de Solar Ing. Estando en sociedad con ellos, me dan a mí menos acciones que a los demás inversionistas”, explicó.

Un año después estableció Solar ING Costa Rica. En el 2010, la compañía instaló su primera casa, la cual estaba conectada a la misma red que la vivienda de su primera empresa. Poco a poco, empezó a generar una buena reputación en el mercado.

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¡Al Mundial!

La compañía ha instalado el equivalente a tres millones de vatios de potencia, en diferentes proyectos comerciales, en Costa Rica. (Cortesía Solar Ing Costa Rica)

Hacia finales del 2012, en una clase de emprendedurismo en el TEC, Murillo escuchó que un grupo de estudiantes había clasificado a un mundial de energía solar, el Solar Decathlon 2014. Los estudiantes competirían contra 17 universidades del resto del mundo.

“Es el Mundial de fútbol, en términos de ingeniería. Tenían que armar una vivienda, que generara toda la energía a través del sol, en solamente 10 días”, detalló. De hecho ese grupo (que hizo Casa Tropika) ganó reconocimiento local e internacional.

En ese momento, el empresario vio una oportunidad para su compañía ya que el equipo costarricense iba a necesitar paneles solares. Contactó a las autoridades de la universidad y tuvo que tomar una decisión vital…

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Arriesgada confesión

El equipo del TEC frente a Casa Tropika, el proyecto que presentaron en el Solar Decathlon 2014. (Cortesía Solar Ing Costa Rica)

“La gente del TEC me va a matar cuando la escuche esto, pero fue una realidad y un éxito. Efectivamente, me dijeron que ocupaban 16 paneles. En ese momento, la inversión era de $26 mil. Vuelvo a ver las cuentas y solo teníamos $2.000. Entonces dije, yo le entro. El reto era monumental, se veía imposible. Ellos no sabían eso (fondos disponibles) y Solar Ing tenía buena imagen. Nadie se imaginó la situación. Pasó un año y durante ese lapso ocurrió uno de los milagros que tanto nos han sucedido”, agregó.

La competencia era en el 2014. Murillo tenía un año para lograr “el muñeco de 26 mil dólares”, como él lo llamó. Al llamar a la empresa internacional ET Solar, el Presidente de la compañía atendió a Murillo por error. Hablaron de todo, excepto negocios, y el ejecutivo le dio su número de celular.

Murillo compró un total de 22 paneles a su nueva amistad corporativa y le pidió 26 más regalados. “La primera reacción fue morirse de risa. Le cuento la historia del TEC y le digo que si me ayuda, yo me encargo que su logo aparezca en el Mundial. Respiró profundo y me dijo: ‘Está bien'”, narró.

“¿Porque le pedí 26 si necesitaba 16? Porque también tenía un cargamento a China por 10 más que costaban $6.000 y no los tenía. Vendimos la decena y recuperamos el dinero. Los otros llegaron 16 a Europa”, agregó.

Aún tuvo que solventar otra emergencia, pues la empresa de transporte envió el cargamento a Holanda por error. Finalmente llegaron a Francia, donde se disputaba el Solar Decathlon. El equipo del TEC ganó la categoría de reconocimiento del público, generando un 38% de energía más que el cuadro de la Universidad de Harvard. El centro educativo estadounidense decidió comprar esos paneles.

“Después de la competencia, llamo al Presidente de ET Solar y le digo: ‘yo no voy a instalar sus paneles’. El se asusta y antes de poder responderme, yo agrego: ‘va a ser la Universidad de Harvard’. Ahí se terminó de cimentar la gran relación que tenemos con esa empresa”, recordó Murillo.

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Revolución energética verde

Adrían Murillo (izq), fundador de Solar Ing Costa Rica, cuando recibió el reconocimiento por parte de las Naciones Unidas. (Cortesía)

Las puertas se abrieron para Solar Ing en países como Colombia y México. Gracias a la incorporación de un socio estratégico, la empresa se insertó de lleno en el mercado azteca.

“En este momento estamos instalado cerca de 350 mil paneles solares, en varios proyectos. Estamos instalando una capacidad cercana a la que es Reventazón en potencia, más o menos en proyectos en el sector comercial”, destacó.

En el 2018, Solar Ing recibió el galardón de la mejor empresa de energía renovable de México y una de las 1.000 compañías más importantes en ese país. La ONU, a través del instituto Latin American Quality Institute, la calificó como la mejor en su campo en Centroamérica.

“Creemos que el talento costarricense es incomparable. Hemos buscado en la región y no hemos encontrado. Pasaremos de 14 a 42 personas, en tres meses. Luego, para cada país se van a destinar 50 personas. Primero México, luego Colombia y vamos ir analizando el crecimiento”, agregó.

Murillo espera una evolución significativa en energías renovables en la próxima década. Solar Ing quiere liderar la nueva revolución.

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