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Sports Sonar: un tono ultrasónico de innovación

A pesar de que la conectividad a Internet es algo cada vez más accesible a lo largo y ancho del…

Por Marco Marín

Tiempo de Lectura: 5 minutos
Sports Sonar: un tono ultrasónico de innovación
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A pesar de que la conectividad a Internet es algo cada vez más accesible a lo largo y ancho del territorio nacional, la próxima vez que usted vaya a un estadio, muy posiblemente se quede sin señal y su celular no pueda desplegar muchas aplicaciones de forma correcta.

Esta situación no es ajena a otros países, aún con tecnologías más avanzadas de telecomunicación, como 5G, o que disponen de mayor infraestructura.

Sin embargo, este “problema” resultó ser la conexión con el éxito para dos costarricenses que, por años, buscaron infructuosamente encontrar un uso a las ideas que habían desarrollado.

Imagine jugar en su celular o recibir notificaciones, en tiempo real, sin la necesidad de Internet y todo gracias a la emisión de tonos ultrasónicos.

Esa es, en síntesis, la idea detrás de Sports Sonar, una compañía “startup’ de Allan Matarrita y Nicholas Hayward, la cual ya logró recaudar medio millón de dólares en inversión para seguirse desarrollando.

“Esta tecnología funciona por acústica y por nuestra capacidad para comprimir, de forma adecuada, el sonido en diferentes ambientes”, adelantó Matarrita.

Ideas que hacen click

A pesar de que los ingredientes para el éxito se comenzaron a desarrollar hace varios años, no fue hasta octubre del 2018 cuando estos dos socios viajaron a Texas para participar en una aceleradora de negocios.

Ahí, gracias a un par de reuniones se dieron cuenta de que podían desarrollar un producto que soluciona dos problemas que tienen los equipos con sus aficionados y la experiencia que estos viven en el estadio.

Matarrita explicó que, en conversaciones con representantes del equipo de la NBA, los San Antonio Spurs, estos les comentaron de los problemas que tenían para mantener a los aficionados concentrados en el juego, a causa del creciente uso del celular.

Esto los llevó a desarrollar contenido para dispositivos móviles, durante los juegos, pero el problema de saturación en los servidores hacía imposible que pudieran disfrutarlo.

Este es parte del equipo compuesto por Sports Sonar. En total, la compañía brinda empleo a 12 personas. (Cortesía Sports Sonar)

“Ellos nos decían, vean el tiempo de atención de la gente aquí, en un partido de hora y media, es de doce minutos. Entonces ahí hicimos click con el tema de interacción. También nos dijeron que la aplicación de juegos que tenía se caía, a cada rato.

“Entonces creo que, estas soluciones, surgen de conversar con el cliente y tener la capacidad de adaptarse. Los momentos de inspiración son más de película. Todo ha sido de conversar, pivotear solucionar un problema”, agregó.

Largo camino

Tanto Matarrita como Hayward, quien es canadiense, se destacaron en otros ámbitos. El primero tiene una maestría en mercadeo y emprendió en diversos negocios, algunos con menor éxito que otros, como él mismo explica. El segundo ejerció en el mundo de los videojuegos por más de 14 años.

Ambos se conocieron en un programa de capacitación de la incubadora de negocios costarricense Parque Tec, comentó Matarrita, quien agregó que “el startup es por definición un emprendimiento, pero no todo emprendimiento es un startup. Generalmente tiene un componente de innovación, una base tecnología y un potencial de crecimiento rápido”.

“Nick tenía su empresa, que sigue trabajando. Es una plataforma de Fantasy Football llamada Ticofut. Yo opero una empresa de contenido llamada Quantik. Estaba buscando como monetizar contenido de una forma innovadora y comencé a experimentar con el tema de sonido. El notó que podíamos explotar la tecnología con plataformas de juegos”.

Matarrita primero intentó desarrollar material para televisión que interactuara con los televidentes por medio de tonos que el programa emitía y que la persona observando pudiera participar por medio de su celular.

El problema, según comentó , es que el concepto no era atractivo en el país, por lo que no dudaron en buscar suerte fuera cuando se presentó la oportunidad.

“Fuimos a Estados Unidos con lo que llevábamos puesto. Teníamos cuatro años de estar intentando lanzar un startup, entonces era casi que la última porque no encontrábamos la forma de hacerlo rentable”.

Nick Hayward es canadiense y costarricense. Su experiencia en la industria de videojuegos fue fundamental en el éxito de Sports Sonar, comentó Matarrita. (Cortesía Sports Sonar)

Entre las ideas que llevaban iba el concepto de la tecnología “datos por audio” (DOA, por sus siglas en inglés), aunque Sports Sonar aún no había nacido.

La empresa surgió luego de que los costarricenses conversaron con clientes potenciales, identificaron un problema y se dieron cuenta de que podían ofrecer una solución innovadora.

Gracias a su participación en la aceleradora de negocios llamada Velocity TX, Hayward y Matarrita tuvieron la oportunidad de reunirse con los representantes tanto de los Spurs como del estadio Alamadome, uno de los más famosos en los Estados Unidos.

Preguntando se llega al ¿éxito?

“Encontramos una necesidad. Descubrimos que la atención en los estadios está disminuyendo por culpa del celular, entonces todos los equipos están buscando la forma de captar esa atención.

Nosotros estábamos experimentando con tecnología que permite activar aplicaciones con sonido, sin Internet, entonces matábamos dos pájaros de un tiro”, detalló.

Con este impulso, y la posibilidad de registrar la compañía por Internet, fue que Matarrita y Hayward lograron fundar la empresa, en cuestión de 15 minutos.

Al equipo se incorporaron Pedro Gutiérrez, Ricardo Forbes y Alexis Valenciano y quienes Matarrita describió como el corazón técnico de su startup. Así fue cómo nació Sports Sonar.

Una vez con el grupo conformado y la compañía oficializada, el siguiente paso fue desarrollar el “pitch”, como se le conoce a la propuesta de negocios.

La aceleradora de negocios les permitió hacer una presentación ante posibles inversionistas y el resultado fue exitoso: $50.000 para desarrollar la idea aún más. De hecho, la Oficina de Patentes estadounidense ya les aceptó una para desarrollar está tecnología en juegos.

Con estos fondos los emprendedores llevaron a cabo su prueba. De hecho, llevaron a cabo una en el Estadio Eladio Rosabal, de Heredia, donde, a pesar de no contar con el equipo más óptimo, lograron detectar la señal en más del 70% del recinto.

La siguiente prueba la hicieron en el Alamadome y el resultado fue sorprendente.

“Fuimos capaces de detectar un parlante que estaba malo. Hasta el equipo de audio nos agradeció porque sabían cual era. El único lugar donde no logramos registrar el sonido fue ahí. Incluso hay una imagen que, la gente ríe, pero es cierto, que hasta en el baño transmitimos el tono”, aseguró.

Este estadio tiene una capacidad para 64,000 aficionados, aunque se puede aumentar a 72,000 para conciertos.

A pesar de que los San Antonio Spurs se mudaron a un nuevo recinto en el 2003, este gimnasio alberga más de 300 eventos por año, incluyendo el AlamoBowl, una de las finales de fútbol americano universitario, más importantes.

Sonido en evolución

Para Matarrita y su equipo el haber logrado el éxito conseguido en tan poco tiempo es un aliciente para aspirar a más. El desarrollador asegura que aún falta más y eventualmente aspiran a impulsar ,igual de innovadores, en Costa Rica.

Mientras tanto, en el plano monetario la compañía y su app especializadas se encuentran en una categoría llamada “seed round” o capital semilla, etapa en la que se recauda entre $50.000 y tres millones de dólares.

Sin embargo, aspiraban a llegar a un ronda “A”, de inversión, lo cual representa entre cinco y 15 millones.

“Ya tenemos dos contratos firmados y esperamos conseguir otro en octubre, entonces ya tenemos ingresos y tenemos en vista dos más para final de año. Si todo sale bien tendremos una estrategia de salida, que es la forma de recuperar la inversión”.

Y ¿cuál es el futuro para Sports Sonar?

“¿Cómo lo vemos nosotros? Estamos entrando en un nicho muy específico pero creemos que la tecnología puede ser transversal de toda la experiencia. Esto se refiere a tiquetes y pagos. Entonces que en nuestro sistema usted pueda entrar con un sonido, o pagar en el food court con un audio”, al tiempo que adelantó que tienen otras ideas”, aseveró Matarrita.