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Súpermartes: inmigración, tema ineludible entre demócratas que aspiran a la Casa Blanca

¿Despenalizar los cruces fronterizos ilegales? ¿Seguir construyendo una barrera con México? ¿Aumentar la asistencia económica a Centroamérica para evitar un…

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 5 minutos
Súpermartes: inmigración, tema ineludible entre demócratas que aspiran a la Casa Blanca
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¿Despenalizar los cruces fronterizos ilegales? ¿Seguir construyendo una barrera con México? ¿Aumentar la asistencia económica a Centroamérica para evitar un éxodo a Estados Unidos?
Hablar de inmigración es ineludible para los aspirantes demócratas a desalojar a Donald Trump de la Casa Blanca en noviembre.

El tema puede incidir mucho en las primarias del súpermartes, cuando votarán 14 estados, entre ellos California y Texas, que concentran a buena parte de la comunidad hispana del país y suman casi un sexto de los delegados a la convención nacional demócrata que designará al candidato en julio.

Quienes quieren convertirse en el rival de Trump prometen revertir las políticas antiinmigración que el mandatario republicano inició en 2017, en momentos en que un número récord de inmigrantes naturalizados estadounidenses podrán votar en estas elecciones.

Cerca del 10% de todos los habilitados a ir a las urnas el 3 de noviembre es gente nacida en el extranjero que obtuvo la ciudadanía, según el centro Pew.

Esto supone más de 23 millones de personas, la mayoría de origen latinoamericano. Unos 3,5 millones son de México, que lidera por lejos, pero también de Cuba (0,8 millones), República Dominicana (0,6 millones) y El Salvador (0,5 millones).

En un país de inmigrantes en el que 10,5 millones de personas viven indocumentadas, la contienda demócrata se dirime entre los senadores progresistas Bernie Sanders, líder en la intención de voto a nivel nacional, y Elizabeth Warren, cuarta; y el ala moderada encabezada por el exvicepresidente Joe Biden, segundo en los sondeos, y el multimillonario exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg, tercero.

El único precandidato de ascendencia hispana, Julian Castro, retiró su candidatura en enero y endosó la de Warren. El campo demócrata, en un principio étnica y socialmente diverso, está dominado ahora por septuagenarios blancos.

Precisamente, el presidente estadounidense, Donald Trump, lanzó un nuevo dardo a la contienda demócrata que busca expulsarlo de la Casa Blanca, afirmando que las primarias del partido opositor están “amañadas” contra el izquierdista Bernie Sanders.

“Están amañadas contra Bernie, no hay duda sobre ello”, dijo Trump en el jardín de la Casa Blanca, poco después de que dos candidatos moderados, Pete Buttigieg y Amy Klobuchar, abandonaran la pugna por la investidura del partido, dejando la vía libre al exvicepresidente Joe Biden.

“La senadora volará a Dallas para sumarse al exvicepresidente Biden en un mitin esta noche, en el que suspenderá su campaña y respaldará al exvicepresidente”, dijo a AFP un portavoz de la campaña de Klobuchar.

La senadora de 59 años se convertirá en la tercera precandidata en renunciar después de la gran victoria de Biden en las primarias de Carolina del Sur el sábado, y antes de la votación clave de este 3 de marzo en 14 estados, incluido su natal Minnesota.

Vía a la ciudadanía

Los precandidatos en liza coinciden en que es necesario necesario ofrecer una vía a la ciudadanía para los inmigrantes sin papeles y para quienes están amparados por permisos no permanentes.

Esto último incluye a los 700.000 beneficiarios del DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), que protege a los “dreamers” traídos de niños, mayoritariamente mexicanos, y a los cobijados por el TPS (Estatuto de Protección Temporal), que autoriza a residir y trabajar a unas 400.000 personas por razones humanitarias, principalmente salvadoreños y hondureños.

Sanders y Warren recibieron el viernes el respaldo de United We Dream Action, una de las organizaciones de derechos de los inmigrantes más importantes del país. Pero Biden recordó que en 2007 Sanders votó en contra de una reforma migratoria integral que habría legalizado a millones de inmigrantes.

Fin del “Quédate en México”

Los candidatos también están de acuerdo en incrementar la ayuda extranjera a Honduras, El Salvador y Guatemala para frenar el flujo de ciudadanos de esos países, que en el último año han llegado en masa a la frontera sur de Estados Unidos huyendo de la pobreza y la violencia

Trump ha reducido significativamente esa cooperación, implementando en cambio iniciativas para que los migrantes aguarden el resultado de sus pedidos de refugio en terceros países.

Uno de estos programas, el de los Protocolos de Protección al Migrante (MPP) más conocido como “Quédate en México”, contestado ahora en los tribunales, genera el rechazo de la mayoría de los candidatos. Tanto Sanders como Biden y Warren quieren terminarlo.

Sanders y Warren también quieren eliminar la ley que criminaliza el ingreso ilegal a territorio estadounidense, algo que promovía Castro enfáticamente.

Muro polémico

Sanders, Bloomberg y Warren dijeron que dejarán de construir el “hermoso muro” que quiere Trump en la frontera con México por considerarlo un despilfarro del dinero de los contribuyentes, pero sobre todo un monumento de “odio y división”.

Biden lo cuestiona en su plataforma. Pero reportes de prensa señalaron que en 2006 el exvicepresidente alertó sobre el tráfico de drogas desde México y defendió hacer una barrera para impedirlo. También anotaron que en 2018 se mostró proclive a ceder respecto al muro si esto contribuía a dar la ciudadanía a los “dreamers”.

Un tercio de los 3.200 km de frontera común contaba con algún tipo de cercado a fines de 2015, según datos oficiales. A mediados de febrero, Trump prorrogó otro año su declaración de “emergencia nacional” en el límite sur del país, lo que le permite seguir levantando la estructura de hormigón y acero prevista.

Sanders, favorito en California

Una paradoja en la carrera por la nominación demócrata: Bernie Sanders, un hombre blanco de 78 años de la costa este de Estados Unidos es el gran favorito en las primarias de California, especialmente entre los latinos y los jóvenes ansiosos de cambio.

Una victoria en este bastión liberal que tiene más delegados que cualquier estado (415) dará al senador de Vermont, de 78 años, una formidable ventaja en la carrera por la nominación demócrata.

California volvió al corazón del proceso de internas demócratas, al adelantar su primaria al súpermartes.

Observadores políticos coinciden en que su atractivo en el estado ha crecido desde la última elección presidencial, en gran parte porque no ha vacilado en su postura en temas como la salud, la educación y la igualdad social.

También ha cortejado agresivamente a los votantes latinos, que constituyen alrededor de un cuarto del electorado para las primarias de California.

“Sanders se ha centrado realmente en atraer al electorado latino reuniéndose con ellos, abriendo oficinas y contratando personal de las comunidades latinas”, dijo Sonja Diaz, directora y fundadora del programa de política latina en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). “Tiene bastante claro que los latinos son fundamentales para el éxito de su campaña”.

Una encuesta reciente del Instituto de Políticas Públicas de California mostró a Sanders adelante con 32% de la intención de voto, con 53% de apoyo entre los jóvenes votantes entre 18 y 44 años y los latinos.

Una pelea con 14 arenas 

Los estados en juego durante el súpermartes abarcan los cuatro puntos cardinales de Estados Unidos, desde el pequeño Maine en el noreste, con algo más de un millón de habitantes, hasta el gigante California, de tendencia progresista y el más poblado del país, con una población de 40 millones.

El sureño estado de Texas, con 29 millones de habitantes, es otro de los principales trofeos. Virginia, Carolina del Norte, Alabama y Colorado también eligen el 3 de marzo.

Completan la nómina Arkansas, Massachusetts, Minesota, Oklahoma, Tennessee, Utah y Vermont, además de Samoa estadounidense y los demócratas residentes fuera del país.

Para obtener la nominación del partido, un candidato precisa tener una mayoría absoluta de delegados, y aproximadamente un tercio del total está en juego este 3 de marzo.

De ahí deriva la importancia de esta jornada, una parada clave del calendario electoral estadounidense.

En números, 1.357 candidatos se pondrán en juego el martes, cuando son necesarios 1.991 para obtener la nominación. En comparación, hasta ahora los cuatro estados que ya celebraron asambleas electorales o elecciones primarias han asignado en conjunto solamente 155 delegados.