Tomás Gómez
Esta tarde, la Iglesia Católica decretó el cierre de todos los templos, capillas y oratorios, con el objetivo de prevenir contagios del coronavirus.
La medida se suma a la cancelación de las procesiones y otros ritos de Semana Santa, que había sido anunciada a inicios de la semana.
“Pedimos la comprensión y obediencia debida a nuestros fieles en estos difíciles momentos que vivimos con el fin de salvaguardar la mayor cantidad de vidas humanas en esta extrema situación que vivimos”, indicaron los obispos en un comunicado.
La Conferencia Episcopal agregó que por este tiempo los fieles están eximidos de su obligación de asistir a misa los domingos. Se invitó a seguir las ceremonias por televisión, radio e internet.
Según esta medida, los funerales podrán celebrarse únicamente con los familiares más cercanos de la persona fallecida.
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Una crisis que se agrava
Los contagios del coronavirus siguen creciendo en Costa Rica, donde se registran ya 69 casos.
Este miércoles además sucedió el primer fallecido por la epidemia, un médico de 87 años que estaba internado en el Hospital de Alajuela.
Para contener la transmisión del virus, se han tomado medidas como el cierre de fronteras, la cancelación de clases y eventos masivos, así como el cierre de bares y la reducción del aforo del resto de locales.
