Emprendimiento

Transformarse para sobrevivir: crisis por COVID-19 obliga a comerciantes y empresas a modificar sus modelos de negocios

Aunque la crisis vino a golpear a gran parte de los pequeños empresarios del país, una cosa se vislumbra con…

Por Paula Umaña

Tiempo de Lectura: 5 minutos
Transformarse para sobrevivir: crisis por COVID-19 obliga a comerciantes y empresas a modificar sus modelos de negocios
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Aunque la crisis vino a golpear a gran parte de los pequeños empresarios del país, una cosa se vislumbra con facilidad: las ganas y, las decenas de ideas, para salir del bache.

Muchas personas han tenido que cambiar de actividad de la noche a la mañana para sostenerse financieramente y otras recurren a cambiar un poco su modelo de negocio para sobrevivir a la crisis.

Es el caso de la importadora y distribuidora de mariscos Jerusalén, que lleva ya 29 años en el mercado. Durante estas semanas ha tenido que reinventar su servicio de entrega a hogares y poner a disposición del público particular el producto a domicilio.

Los factores que más afectan a la empresa son el cierre actual de bares y restaurantes, así como las empresas que se acogieron al teletrabajo, que eran gran parte de los clientes.

“Obviamente uno se preocupa, hay cuentas que pagar, de todo (…), ahorita la idea no es despedir a nadie, son personas que tienen con nosotros muchos años”, comentó Roger Monge, propietario de la empresa de mariscos. En la planilla se mantienen seis personas.

Monge aseguró que la respuesta por parte de clientes particulares ha sido positiva y la idea es continuar, de manera más formal. “Es un mercado nuevo, pero estamos bastante motivados en fortificarlo y tratar de explotarlo al máximo que se pueda (…), se le comienzan a abrir muchas ideas a uno”, aseguró.

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Otro ejemplo de esto es el conocido restaurante Lupulus, en Barrio Escalante, que si bien tenía asociación con las plataformas delivery como Uber Eats y Rappi, han tenido que reforzar su propio servicio express para que el negocio continúe operando.

Las plataformas delivery forman parte de la estrategia para sobrevivir de varios restaurantes que continúan trabajando.

Su propietario, Eddy Fernández, contó que hasta él mismo, su esposa y una de las trabajadoras del restaurante iniciaron con las entregas. Ahora cuentan con un par de motorizados para el trabajo.

“La gente no va al restaurante del todo, si nos hemos visto bastante afectados y con bajas de hasta un 75%, lo que hicimos para no tener que despedir a nadie fue reducir jornadas y cambiar roles. Eso es lo que nos está manteniendo: las plataformas de delivery y el servicio a domicilio”, comentó Fernández.

“Obviamente no estamos vendiendo ni la mitad de lo que vendíamos antes, pero por lo menos estamos logrando mantener al staff. Nuestra meta es no despedir a nadie”, aseveró.

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Cambio de actividad

El sector de transporte de estudiantes es otro de los negocios fuertemente golpeados por todo el panorama creado a raíz del coronavirus.

Yancy Torres y su esposo Maicol Rodríguez se dedican a este tipo de actividad. Aunque tienen contratos anuales para el transporte, la crisis también ha afectado a los padres de familia.

“Nosotros no podemos exigirles, estamos todos en la misma situación. Está complicado el panorama porque todos dependemos de alguien; nosotros de ellos, ellos de la empresa en la que trabajen”, comentó Torres, quien lleva más de 12 años de trabajar en transporte de estudiantes.

Ante el panorama, la transportista sacó provecho de sus habilidades en cocina y empezó a comercializar productos como Rice and Beans y patí a través de la página en Facebook que recién estrena: Caribe con Coco.

https://www.facebook.com/100500551620329/posts/102188271451557/?d=n

Además, su conocimiento en costura también le ha permitido ingresos extra con la venta de pijamas, sobre todo por medio de WhatsApp, donde expone las creaciones a las historias de la plataforma.

“A pesar de que en este momento las pijamas no son algo necesario, me han pedido bastante”, comentó Torres.

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Del gym a los mandados

Otra de las personas que debió cambiar su actividad económica en un chasquear de dedos es Esther “Teté” Rodríguez, entrenadora personal y propietaria desde el 2005 del gimnasio Calixtra, en Alajuela.

La baja en las visitas a su gimnasio iniciaron cuando la enfermedad apenas iba viajando por el mundo y no había tocado las fronteras de Costa Rica. Una vez confirmado el primer caso en el país, fue aún más notoria la ausencia de clientes.

La estocada final la dieron las medidas sanitarias de las autoridades de salud que, por supuesto, le obligaron a cerrar de forma temporal las puertas del negocio.

Ante esto, la fisioculturista se vio en la obligación de buscar alguna actividad que le generara ingresos para poder mantener los alquileres y ayudar económicamente a sus colaboradores. Como es ampliamente conocida en la provincia de Alajuela, probó con una publicación en Facebook en la que ofreció realizar mandados y compras; y el negocio va dando sus resultados positivos.

“Fue un éxito total, empezaron a llamarme. Tomo las medidas necesarias, por supuesto. Pero sí, la gente se solidarizó mucho y doy ese servicio personalizado de hacerte las compras, por ejemplo”, contó Rodríguez.

Asimismo, Rodríguez realiza rutinas personalizadas para hacer ejercicio en casa y aseguró que está dispuesta a realizar servicios de mantenimiento en hogares, si fuera necesario.

Pese a que la crisis la afecta directamente, la motivación no se ha perdido y comentó que ya está trabajando junto a su familia para formalizar el nuevo emprendimiento.

Oportunidades en plena crisis

Para otros, la crisis sanitaria y la necesidad de insumos para los funcionarios de salud les ha dado una nueva oportunidad como empresa, sin modificar las actividades primarias. Es el caso de la empresa Elementos 3D, que tiene sus máquinas a toda marcha para la creación de caretas faciales protectoras ante el virus, solicitadas por funcionarios de salud y diversas empresas.

“Estamos dentro del grupo que tiene un margen de oportunidad a corto plazo, quedará en que evolucione alguna otra opción siempre relacionada con esto de la parte de salud, desde ya hay que ir viendo a qué otras cosas podemos migrar”, aseguró Esteban Martínez, gerente general de Elementos 3D.

Antes de la crisis, la empresa dirigía sus máquinas a la impresión de materiales personalizados, como piezas de ingeniería o repuestos. Por ahora, también lidian con las dificultades y los largos tiempos de espera para conseguir materia prima, en su caso por parte de China y Argentina.

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La situación de crisis y la forma de enfrentarla en cada caso es distinto. Sin embargo, todos tienen una sensación en común: la incertidumbre.

Están conscientes que de una u otra forma el coronavirus vino a transformar la economía del país y la manera en cómo se venían realizando los negocios. Un cambio de paradigma será obligatorio para muchos de los sectores productivos del país.

Contactos 

-Importadora y distribuidora de mariscos:

8814-4784

-Restaurante Lupulus:

WA: 6043-1111

Caribe con coco:

7281-6621

-Teté Rodríguez

7013-5986