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Trump lanza furibundo ataque a demócratas antes que voten acusaciones en su contra

por Charlotte Plantive (Washington, Estados Unidos). A un paso de convertirse en el tercer presidente de Estados Unidos en enfrentar un…

Por AFP

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Trump lanza furibundo ataque a demócratas antes que voten acusaciones en su contra
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por Charlotte Plantive

(Washington, Estados Unidos). A un paso de convertirse en el tercer presidente de Estados Unidos en enfrentar un juicio político, Donald Trump lanzó el martes un ataque furibundo contra la oposición demócrata, a la que acusó de librar una “guerra abierta contra la democracia”. 

Menos de tres meses después de que estallara el escándalo ucraniano, la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, decidirá este miércoles si aprueba las acusaciones de “abuso de poder” y “obstrucción al trabajo del Congreso” contra el presidente.

“Mañana, la Cámara de Representantes ejercerá una de las atribuciones más solemnes que le otorga la Constitución, cuando se reúna para aprobar dos artículos de acusación contra el presidente”, señaló la líder demócrata Nancy Pelosi en una carta a los legisladores de su partido. 

Una comisión de la Cámara debatía el martes, en medio de un clima de confrontación, las últimas reglas técnicas para la votación. 

En una carta en un tono extraordinariamente colérico remitida a Pelosi, en la que tilda los cargos en su contra de “engañosos”, “sin valores” y “absurdos”, le acusa de “minar la democracia” y le advierte que “la historia la juzgará duramente”. 

Para el mandatario, la votación en la Cámara baja no es “más que un intento de golpe de Estado ilegal y partidista” motivado por el resentimiento, al acusar a los demócratas de ser “incapaces de aceptar el veredicto de las urnas”. 

En la misiva se presenta como víctima de una “cruzada viciosa” y afirma que saldrá airoso de este proceso: “No tengo dudas de que el pueblo estadounidense le responsabilizará, junto con los demócratas, en las elecciones de 2020”.

El proceso de destitución divide a la población estadounidense: 45% quiere que Trump sea cesado (77% entre los votantes demócratas) mientras que 47% se opone, según un sondeo de la CNN-SSR.

Un puñado de legisladores demócratas moderados, elegidos en circunscripciones favorables a Trump, han dicho que apoyarán el juicio del presidente, incluso si corren el riesgo de perder votantes.

Solo dos de los 231 representantes demócratas podrían votar a favor de Trump, en tanto ninguno de los 197 diputados republicanos ha anunciado hasta la fecha su apoyo al proceso de destitución del presidente. 

“Investigación precipitada”

Por lo tanto, es casi seguro que Trump sea sometido a un juicio político en el Senado, algo que solo ha sucedido a dos de sus predecesores: Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1998. El republicano Richard Nixon, involucrado en el escándalo Watergate, prefirió renunciar en 1974 antes de sufrir este estigma.

La Cámara alta probablemente abra el proceso contra Trump en enero, donde se espera que sea absuelto, pues se necesitarían al menos 67 votos para destituirlo y los republicanos detentan 53 de los 100 escaños. 

El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, dijo el martes que la “precipitada” investigación de los demócratas de la Cámara baja con miras a la destitución del presidente es “fallida” para acusarlo y más aún para destituirlo. 

Por otro lado, descartó el reclamo demócrata de convocar a nuevos testigos. “No es tarea del Senado buscar desesperadamente formas de condenar (al presidente). Eso difícilmente sería justicia imparcial”, dijo McConnell. 

Una vez terminado el juicio, republicanos y demócratas volverán a sumergirse en la campaña para las presidenciales de noviembre de 2020, relegada a un segundo plano este último trimestre. 

Trump está convencido de que este episodio lo beneficiará. En un tuit, señaló que una reciente encuesta del diario USA Today lo da ganador contra todos los posibles candidatos demócratas. 

“Es difícil de creer (…) después de tres años de caza de brujas”, escribió. Pero “los estadounidenses son inteligentes, ¡ven nuestra maravillosa economía y todo lo demás!”.

Consciente del riesgo electoral, Pelosi contuvo durante mucho tiempo los llamados para abrir un procedimiento de destitución contra Trump. 

Finalmente lanzó la investigación a finales de septiembre, tras conocerse la denuncia de un informante no identificado sobre presunta conducta inapropiada del presidente durante una llamada telefónica el 25 de julio con su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski,

Los demócratas llamaron a varios testigos que, durante espectaculares audiencias, confirmaron las presiones para obligar a Kiev a anunciar la apertura de una investigación por corrupción contra el exvicepresidente Joe Biden -posible rival de Trump en el comicio de 2020- y de su hijo Hunter.

La comparecencia de William Taylor, embajador estadounidense interino en Kiev, quien cesará a fin de año en cumplimiento de un límite legal de 200 días, aportó un testimonio fundamental para hacer avanzar el proceso.

Taylor sorprendió al afirmar que a Trump “le importaba más” que el gobierno ucraniano investigara a Biden que la situación en Ucrania, en lucha contra separatistas respaldados por Rusia. 

Pero Trump insiste en que la llamada telefónica fue “perfecta”. 

La Casa Blanca se negó a cooperar con la investigación, a la que calificó de “inconstitucional” y prohibió que varios de sus asesores testificaran.

Por esta razón, los demócratas lo acusan tanto de haber abusado de su poder para beneficio personal como de haber obstruido el trabajo del Congreso.