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Una tercera parte de los ingresos de la CCSS emanan de aportes del sector privado

El 33% de los ingresos del Seguro de Enfermedad y Maternidad (SEM) y del Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte…

Por Paulo Villalobos

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Una tercera parte de los ingresos de la CCSS emanan de aportes del sector privado
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El 33% de los ingresos del Seguro de Enfermedad y Maternidad (SEM) y del Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), ambos de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), provienen de contribuciones del sector privado.

Las dos terceras partes restantes, para el primer semestre del 2019, las componen los aportes del sector públicos (22%), entradas no tributarias (10%) y de capital (1%), transferencias (10%) y financiamiento (26%).

Esas transferencias corrientes corresponden a aportes realizados los aportes del Gobierno Central y otras instituciones establecidos en leyes, que abarcan, por ejemplo, la cuota estatal, la complementaria para los trabajadores independientes, convenios especiales, así como el apoyo a programas especiales.

El financiamiento, en cambio, involucra préstamos suscritos como el del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE). Este se utilizó para los proyectos constructivos de la Torre Este del hospital Rafael Ángel Calderón Guardia (en ejecución), la nueva torre de servicios del hospital La Anexión (construido), en Nicoya, Guanacaste; y próximamente el hospital Monseñor Víctor Manuel Sanabria, en Puntarenas.

Dichos datos se desprenden del informe de ejecución presupuestaria de la entidad a cargo de la atención médica, solicitado por El Observador.

En total, la Caja de Seguro Social recibió ¢2,58 billones (millones de millones) por todos los conceptos mencionados.

Un 60% de ese monto equivale a ¢855.982 millones, que emanan de las cuotas patronales y obreras del sector productivo.

Peso en régimen y seguros

El grueso de los ingresos (40%) en el fondo de Invalidez, Vejez y Muerte depende de las contribuciones del sector privado.

7 de cada 10 colones que se aportaron al régimen en 2019 provienen de cuotas pagados por los trabajadores privados (34%) o de sus patrones (36%).

Los restantes tres colones vienen de las contribuciones que hacen las instituciones públicas (17%), como patronas, y funcionarios públicos (13%).

En este punto es importante recordar que existen otros fondos a los que los empleados estatales. Ejemplo de ello son el Régimen Transitorio de Reparto (RTR), el Régimen de Capitalización Colectiva (RCC) (a los que pertenecen los trabajadores de la educación), el Fondo de Jubilaciones y Pensiones del Poder Judicial, Fondo de Pensiones del Benemérito Cuerpo de Bomberos así como otros 14 administrados por Dirección Nacional de Pensiones.

A Invalidez, Vejez y Muerte, además de las contribuciones patronales y obreras (57%), le nutren ingresos no tributarios (13%), transferencias de capital (12%), ingresos de capital (1%) y financiamiento (17%).

Todo ello para un total de ¢820.656 millones.

El peso del aporte del sector privado (56%) es menor en Enfermedad y Maternidad que en el de Invalidez, Vejez y Muerte. Pese a ello, es mayor al que hace el sector público (44%).

Dicho seguro obtuvo ¢953.047 millones en cuotas el semestre anterior. Si se le suman los ingresos no tributarios, transferencias de capital, ingresos de capital y financiamiento, el ingreso total en el mismo periodo es de ¢1,76 billones.

Desaceleración de ingresos

El informe de Evolución Presupuestaria del Sector Público del primer semestre del 2019, elaborado por la Contraloría General de la República (CGR) y presentado el pasado 30 de agosto, incluyó un apartado de la Caja Costarricense de Seguro Social.

Allí se explica que los ingresos de la institución encargada de la atención médica se compone del Seguro de Enfermedad y Maternidad (66%), el régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (31%) y el Régimen No Contributivo (RNC, 3%).

En los primeros seis meses del año, la entidad descentralizada ejecutó ingresos por ¢2,67 billones.

“Si se compara con 2018, se reporta una desaceleración en las contribuciones patronales al SEM e IVM. Esto debido a una disminución en la cantidad de trabajadores privados, y en el caso del IVM, debido a una disminución de cotizantes al régimen. Esto pone de manifiesto la exposición de las finanzas de ambos regímenes al comportamiento del mercado de trabajo”, concluye el documento.

De acuerdo con la Encuesta Continua de Empleo del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la tasa de desempleo abierto se sitúa en 11,9% para el segundo trimestre de 2019, al tiempo que más de 1 millón de trabajadores se encuentra en condición de informalidad.