Kimberly Suárez jamás olvidará la tarde del 9 de enero de 2021. Ese día atendió un incidente de violencia doméstica y un hombre disparó y la hirió en su cabeza, poniéndola entre la vida y la muerte.
El Ministerio de Seguridad le otorgó a la oficial la medalla “Cruz Escarlata”, 10 meses después de la situación vivida y en la que ha tenido que pasar por momentos difíciles, operaciones y demás.
“Es un sentimiento muy grande, me dio mucho gusto que me dijeran gracias y se levantaran para aplaudir. Siento mucho amor por la policía, logré lo que soñé siempre y aquí estoy, dijo la oficial.
“Di mi vida por una mujer que necesitaba que la rescatara”, señaló sobre aquel ya lejano día que todavía la tiene incapacitada y en recuperación.
Incluso, dice que no lo pensaría dos veces en hacerlo nuevamente, porque para eso se convirtió en policía.
“Eso no se piensa dos veces, porque uno va y lucha. En la policía enseñan que se tiene que defender a las personas y no se piensa”, mencionó.
Su deseo es estar pronto al servicio de la Fuerza Pública, pues ser policía era el sueño que cumplió.
“Siento que mi recuperación ha sido muy fácil para mí, no me he sentido mal. Tenía problemas del lado derecho, me dolía un poco caminar, pero todas las mañanas me levantaba y decía que tenía que caminar”, dijo Suárez.
“Aquí me tiene Dios para seguir trabajando”, añadió la joven de 23 años y madre de una niña.
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Su pelo, los ángeles y el regreso
Suárez afronta su situación con la mejor actitud y con ganas de volver a trabajar pronto.
“Tengo fe en Dios que pronto me den de alta. Me siento muy bien y lo que más me ha dolido es que me quitaron el pelo”, reconoció.
Al ser operada en la cabeza tuvo que raparse, y por eso la oficial debió presentada a la actividad cubierta con un gorro. Aunque dice que es lo que más le ha dolido, sabe que poco a poco el cabello le irá creciendo.
La oficial destacó a su madre, considerándola un ángel que le ha tendido su mano en estos momentos, así como el apoyo de su hija.
“Mi mamá es la persona más importante del mundo, me ha dado su mano, ha sido mi bordón”, finalizó.
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