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OIJ pide evitar fotos de cuerpos de víctimas: aumenta el dolor de familiares

“No solo es víctima la persona que fallece en el lugar sino también son víctimas los familiares, la madre, el…

Por Paulo Villalobos

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OIJ pide evitar fotos de cuerpos de víctimas: aumenta el dolor de familiares
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“No solo es víctima la persona que fallece en el lugar sino también son víctimas los familiares, la madre, el padre, los hijos y demás… que posteriormente están viendo a sus seres queridos en diferentes posiciones y situaciones muy lamentables y que hacen que ese dolor aumente en estas personas”.

De esa manera, el jefe de la Sección de Inspecciones Oculares y Recolección de Indicios del Organismo de Investigación Judicial (Siori-OIJ), Ernesto Durán, lanzó un mensaje para que la ciudadanía evite tomar fotos o videos a las víctimas de un crimen.

“Es un llamado considerar el dolor humano en relación con los familiares de la víctima”, añadió el criminólogo de la Policía Judicial.

Durán enfatizó en que cualquier persona que presencie un crimen debe limitarse a hacer una llamada inmediata al 9-1-1 y prevenir acercarse a la escena del hecho.

“Es importante que esta llamada se haga lo antes posible. Siempre tomando en cuenta que el mayor bien jurídico que tenemos es la vida humana”, manifestó.

De acuerdo con el jefe de la Sección de Inspecciones, es necesario que quienes manipulen el cuerpo sean socorristas de la Cruz Roja o el Cuerpo de Bomberos, con sus conocimientos y equipo de auxilio.

Riesgos asociados

El jefe de la Sección de Inspecciones, Ernesto Durán, destacó que cuando un ciudadano ingresa a una escena del crimen se expone a otros peligros.

Puso por ejemplo el riesgo biológico de que en el lugar haya sangre y que, al entrar en contacto con esta, se adquiera alguna enfermedad de alto contagio; o bien, se sirva para transportar ese mal a una persona cercana.

Pero además de darse un intercambio de partículas es probable que el ciudadano se vea involucrado en la pesquisa, aunque no tenga nada que ver con el hecho.

El criminólogo destacó que el Organismo de Investigación cuenta cada vez con equipo más sofisticado, como la Unidad Canina (K9) en la detección de indicios.

Dicha técnica consiste en utilizar perros entrenados para rastrear sangre u otros fluidos del cuerpo en lugares que posteriormente son examinados con un químico llamado luminol, que destaca la sangre en condiciones de extrema oscuridad.

Con ese tipo de situaciones, la Policía Judicial se ve obligada a hacer una proceso contra la persona hasta descartar su participación en el crimen. Ello involucra en algunas ocasiones que se tengan que registrar vehículos y viviendas.

“Podrían verse implicados en la investigación y entonces verse frente a situaciones un poco incómodas, un poco extensas… a que les tengamos que retener el vehículo mientras se inspecciona para ver si tiene relación o no con el caso en investigación”, dijo Durán.

El simple hecho de hablar o tocar los alrededores de los cadáveres podrían requerir un descarte de ADN, a través de tomas de huellas dactilares o de muestras de cabello.

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Asimismo, quienes se adentran en ese tipo de locaciones -tal y como indicó el funcionario- usualmente no consideran el peligro que esto representa ya que los perpetradores podrían permanecer cerca de la escena.

El experto además fustigo a quienes se aprovechan de la situación para robar pertenencias de la víctima, como celulares, joyas, billeteras y armas; y, sin dar estadísticas, aseguró que ese tipo de eventos vienen en alzada.

“Hemos detectado que hay un incremento este tipo de situaciones que son aprovechados por otros delincuentes para hacer sustracciones de elementos como joyas, billeteras y demás. Se han procesado algunos casos en los que se han logrado individualizar a algunas personas”, aseveró Durán.

El investigador recordó que, quienes modifiquen una escena de crimen, que acabe por beneficiar al autor de este, podrían ser procesados por el delito de favorecimiento real. La acción es castigada con entre 3 meses y 4 años de cárcel.