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OIJ tiene identificados a “gavilanes” de licencias, pero poco puede hacer ante falta de delito

Los “gavilanes” siguen haciendo su “agosto” en las inmediaciones del Consejo Nacional de Vialidad (Cosevi) ya sea en Paso Ancho…

Por Hermes Solano

Tiempo de Lectura: 2 minutos
OIJ tiene identificados a “gavilanes” de licencias, pero poco puede hacer ante falta de delito
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Los “gavilanes” siguen haciendo su “agosto” en las inmediaciones del Consejo Nacional de Vialidad (Cosevi) ya sea en Paso Ancho o la Uruca.

La gran cantidad de personas que buscan una licencia caen en las garras de estas personas que terminan engañando o estafándolos.

Así lo reconoce el Organismo de Investigación Judicial, a través del agente judicial José Manuel Zúñiga, de la sección de Delitos Contra la Integridad Física y Tránsito.

El OIJ dice tener identificados a varios grupos que se dedican a este tipo de situación, pero poco pueden hacer, afirmando que ser “gavilán” no está tipificado como un delito.

“Tenemos un problema a nivel legal, que es la tipicidad del delito”, reconoció Zúñiga.

“Técnicamente no se comete un delito por el simple hecho de hacer un anuncio, a pesar de que sabemos que la información es falsa, el hecho de que sea el usuario que los busque, nos amarra a nosotros para tipificar ese delito”, explicó.

Según las autoridades, son los usuarios que buscan ese servicio los que promueven la ilegalidad.

“Muchas veces cuando asaltan o amenazan y ahí sí podemos actuar”, indicó.

Conseguir licencia se ha vuelto difícil para los costarricenses. (Cortesía MOPT)

Estafados

Existen dos formas que las autoridades han identificado sobre cómo trabajan estos grupos.

Una de ellas son los que ofrecen la licencia, es decir, el plástico y el otro es el que hacen la promesa de realizar los trámites por medio de un funcionario y finalmente se va con el dinero cobrado y muchas veces con el teléfono celular.

Este grupo trabaja de la siguiente forma:

“Los citan alrededor de las instalaciones, Paso Ancho y Uruca y se involucra un segundo sospechoso con insignia, camisa con imágenes institucionales donde solicitan el primero o segundo tracto del dinero”, dijo el agente.

Las autoridades indican que ese primer pago ronda entre los 75.000 y los 150.000 colones, similar monto para el segundo pago.

En algunas ocasiones solicitan el teléfono celular del usuario para supuestamente hacer los trámites y finalmente se lo llevan.

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Las denuncias

Las estadísticas de las autoridades desde el 2020 y hasta agosto de este año indican que se han presentado más de 100 denuncias por estafa por parte de gente que buscó los servicios de los “gavilanes” y se quedó con las manos vacías.

Esas estafas incluyen más de 18 millones de colones en pérdidas y, además, el 67% de las personas perdieron su teléfono celular.

Mientras tanto, aquellos que compran el plástico directamente y lo reciben se exponen a ser detenidos en carretera por un oficial de tránsito.

Los oficiales revisarán la licencia en las máquinas que portan para confirmar si están en el sistema y al darse cuenta que no es así se expone a una multa y además será pasado al Ministerio Público por el delito de falsificación de documento.

El OIJ pide a las personas evitar caer en la tentación de los “gavilanes” y así no ser víctimas de una estafa.

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