Tomás Gómez
Quedar fuera de sus trabajos no fue suficiente para un grupo de exempleados de la empresa Omni, quienes llevan meses esperando por sus liquidaciones y posiblemente tengan que esperar otros más para recibir aunque sea una parte de sus indemnizaciones.
Con la condición de mantener su anonimato tres de las personas afectadas contaron a El Observador los problemas que enfrentan.
El proceso que atraviesan tiene varios elementos comunes: no recibieron su pago al salir, les han prometido dárselos en tractos y las cuotas no están llegando a tiempo.
Aunque Omni sigue prometiendo lanzamientos tecnológicos y hasta operaciones internacionales, a los afectados les indicaron que la firma atraviesa problemas para pagar debido a las constantes renuncias y despidos.
A la espera de un depósito que en varios casos no supera los $2.000 (¢1,3 millones), varios profesionales han tenido que tomar empleos de emergencia o recurrir a endeudarse para poder mantenerse ellos y sus familias.
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Esperar meses y quedar con casi nada
“Indican no poder pagar ya que por los despidos y renuncias masivas tuvieron que tomar fondos de donde no tenían para poder contratar nuevo personal, pero siguen haciendo actividades en la empresa, siguen sacando sus productos en redes, pero no pagan las liquidaciones”.
Con esas palabras describe una de los exempleadas la situación que está afrontando.
A esta persona le fraccionaron su liquidación en varios tractos, el primero de los cuales tardó tres meses en llegarle. Ahora, ha sido notificada junto a otros afectados de que Omni les fraccionará aún más el pago y los desembolsos podrían tardarse hasta el año entrante.
“A muchas personas de las que conformamos el grupo les dividieron sus pagos hasta en seis tractos a partir de marzo del otro año, y de ¢200.000 en ¢200.000”, dijo.
Según explica, les han dicho “no tener una sustentabilidad económica”. Agregó que les prometieron no cambiarles más las condiciones de pago pero hay incerteza pues ya la empresa ya hizo un ajuste unilateral una vez.
“Es una falta de humanidad”, aseveró.
Con esta persona coincidió otra que debió salir de la empresa en el primer semestre del año.
“Al principio todo fue trabajado por mensajes, hasta que llegó un momento en que me bloquearon”, narra. En su caso, le prometieron dos pagos, pero estos han sufrido un ajuste y le ha llegado menos dinero.
Según narra esta persona, su puesto era de mucha confianza y por ello está segura de que la empresa podría pagarle.
“Ya uno no sabe que creer”, sostuvo.
Las reglas cambian
Otra de las personas afectadas contó que desde el momento de quedar fuera de Omni les advirtieron que el proceso de pago sería complicado.
“Ese mismo día nos dijeron de manera prepotente que el proceso era lento y nos iban a enviar un email con el total y fechas de pago”, recordó.
El primer aviso les llegó ya estando fuera de la empresa. Este aseguraba que les harían tres pagos antes de que terminara el 2021.
A las tres semanas, sin embargo, el cronograma fue cambiado sin consultas ni valoraciones.
En él, se advierte que ya no serán 3 sino 6 las cuotas, las cuales terminarían de liquidarse hasta mediados del 2022.
Este medio consultó a los voceros de la empresa por esta situación.
Se intentó conocer con cuántos exempleados están teniendo ajustes de este tipo, las razones y el plazo en que intentan solventar la situación pero no hubo respuesta al cierre de esta nota.
Deudas de Omni crecen mientras anuncios no se cumplen
Omni llegó al panorama empresarial costarricense a finales del 2019 con un paquete de alquiler de bicicletas.
Luego intentó ingresar a otros giros de negocio con planes que no prosperaron.
Uno de ellos fue Omni Taxi, el cual fue sacado del aire en julio anterior, con la promesa de lanzar un app propia más adelante.
A ello se sumó OmniMoni, que se presentaba como un “neobanco”. Esta iniciativa se desarrollaba en conjunto con la cooperativa Coopenae que se retiró en junio anterior y está bajo investigación de la Sugef.
En medio de todo ello está una creciente deuda de las personas jurídicas Apptitud ZF S.R.L y SSM Conectividad y Movilidad Limitada. Con ellas Omni desarrolla varias de sus actividades y acumulan una deuda superior a los ¢450 millones tanto con la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y el Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS).
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