Tomás Gómez
Distribuido por el territorio nacional, el coronavirus ya superó un mes en el país y aunque 59 de los 82 cantones reportan al menos un caso la afectación no es la misma en todos los puntos.
Solamente las provincias de San José y Alajuela concentran el 75% de los casos y al separar la estadística por cantones, destaca los primeros cinco del top albergan el 40% de todos los pacientes del país.
Encabezada por el cantón capitalino, la lista refleja además la diversidad de la afectación de la enfermedad: incluye municipios urbanos, rurales, de alto desarrollo y otros con un mayor índice de pobreza.
Aunque los temas de salud son una competencia más vinculada al Gobierno Central, los municipios han tenido que correr para responder a una pandemia con alcances sociales y económicos pocas veces vistos.
El Observador conversó con varios de ellos y este es un resumen de las rutas por las que transitan ahora algunas de las comunidades más golpeadas por el virus.
Capital del coronavirus
Hasta que hace pocos días San José la desplazó como la localidad con más casos del país, la cabecera de Alajuela se había sostenido como el epicentro del coronavirus en el país.
Uno de los primeros clústers se gestó en el hospital local y en el mismo centro médico se registraron los primeros dos fallecimientos por la enfermedad.
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Para atender la crisis, la alcaldesa local, Laura Chaves, destaca que fueron de los primeros en cerrar espacios públicos y que han trabajado con las instituciones de seguridad y salud para atender las limitaciones a la operación de negocios.
“Estamos trabajando en la desinfección de espacios públicos, por ejemplo la terminal de buses o el mercado municipal”, indicó la alcaldesa.
Densamente poblados
La llegada del COVID-19 implicó también un reto para Desamparados, el tercer cantón con más habitantes del país y uno de los más densamente poblados.
Aunque acá donde se dieron los primeros cierres de centros educativos tras la detección de los primeros casos positivos, los contagios tuvieron un ritmo benevolente durante las primeras semanas, hasta que se fueron disparando y colocaron al cantón en el tercer lugar de incidencia.
En conversación con este medio, el alcalde Gilberth Jiménez narró que se consiguió una donación de 10.000 unidades de alcohol en gel para asegurar la higiene en diversos espacios y que se han debido hacer ajustes en la policía municipal para velar por el cumplimiento de las órdenes sanitarias, modificando el horario de una parte del personal municipal para poder supervisar a locales como bares.
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Jiménez además pidió al Poder Ejecutivo que planifiquen mejor algunas actividades de ayuda pues estas han terminado por generar aglomeraciones.
“Hacemos un llamado la mismo Gobierno a que nos ayude porque muchas veces aunque hagamos todo el esfuerzo hay situaciones que no están bien. Cuando se dio la repartición de alimentos teníamos una acumulación de personas en los centros educativos, tuvimos que ir con policía y Fuerza Pública porque teníamos un montón de gente”, detalló.
Fronteras y familias
Al igual que en Desamparados, en San Carlos la COVID-19 arrancó con pocos pacientes pero el crecimiento se disparó y en cuestión de una semana el pueblo se coló en los primeros lugares del ránking.
Según las autoridades de salud uno de los disparadores se identificó en una sola familia que concentra a la mitad de los enfermos, lo que no deja de preocupar al gobierno local.
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Tras Semana Santa arrancó labores una comisión multisectorial donde participan comerciantes, regidores y representantes de la sede regional del Instituto Tecnológico (TEC) en la zona que trabajarán por tres o cuatro meses para atender los temas de salud y económicos de la emergencia.
Al presentar al grupo, el alcalde Alfredo Córdoba mostró su preocupación por el impacto social de la pandemia y defendió también las acciones de control en la frontera que el cantón comparte con Nicaragua, haciendo también un llamado al respecto entre naciones y recordando el aporte que los migrantes hacen en la producción sancarleña.
Ayudas y concentración
Finalmente, destaca Santa Ana, el cantón con más casos respecto a su población total.
Con 35 casos, el cantón es el que tiene la tasa más alta por cada 10.000 habitantes.
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Para el manejo de la pandemia su municipalidad intensificó el uso de trámites digitales y estableció horarios especiales de atención para los adultos mayores.
Además, a partir de esta semana se habilitó un plan de ayudas sociales para atender los efectos económicos del virus en algunas familias del cantón.
Impacto nacional
Los primeros diagnósticos del coronavirus se dieron a inicios del mes pasado en San José y Alajuela, sumándose luego Cartago y Heredia y Guanacaste una semana después.
Limón y Puntarenas resistieron un poco más hasta que el 19 de marzo se confirmó un caso en el Caribe y el 22 del mismo mes el turno le correspondió a Coto Brus en el Pacífico Sur.
Hasta el último corte se contabilizaban 612 contagios, 3 muertes y 62 recuperaciones.
De acuerdo con el Ministro de Salud, Daniel Salas, el manejo de la crisis se realiza de la misma manera en todo el país, lo que abarca desde el manejo de pacientes hasta la vigencia de restricciones, sin hacer diferencias entre los ayuntamientos.
«A cada persona que es sospechosa se le da una orden sanitaria de aislamiento y se da el levantamiento de los contactos cercanos», explicó el jerarca.
