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Ottón Solís, el juez de lo ético, bajo juicio

La manía de tirar piedras cuando se tiene techo de vidrio, o bien, el feo hábito de escupir contra el…

Por Esteban Mata

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Ottón Solís, el juez de lo ético, bajo juicio
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La manía de tirar piedras cuando se tiene techo de vidrio, o bien, el feo hábito de escupir contra el viento, tiene a Ottón Solís enredado en la trama de los mecates de su partido.

El fundador del Partido Acción Ciudadana (PAC) volvió a ser personaje noticioso, no ahora por sus denuncias de corrupción de actores políticos, sino porque los actores de los partidos políticos que antes eran objeto de su aguda crítica, hoy son quienes le acusan y señalan.

La sola discusión de una propuesta para que se abra una comisión especial que investigue las campañas políticas del PAC en las que Solís fue candidato presidencial (2002, 2006 y 2010), ya son suficiente motivo para que, hasta el más distraído en política, comprenda que hay algo que cambió en la política nacional.

Luego de cinco años en el gobierno, con sus aciertos y sus escandalosos tropiezos, la situación política le dio vuelta a la realidad política del país, y ahora, con razón de por medio.

Las dudas que respiran por las heridas de un juicio inapelable y persiguen al PAC, y en consecuencia, a Solís, que se enreda en sus propios mecates, mientras la dirigencia partidaria muestra una profunda incapacidad para defenderse y dar explicaciones que no sean justificaciones.

La condena por fraude en la campaña del 2010, pesa como una loza de cemento sobre las vocerías de la agrupación, y el hecho de que Solís fuese en ese momento, el candidato presidencial, pone en evidencia la fragilidad de discurso ético del PAC.

Por eso, no es descabellado que ahora, quienes en su momento fueron señalados por Solís, vean la oportunidad de poner en evidencia al acusador que los persiguió durante años, incluso antes de que fundara el PAC en diciembre del 2000.

El golpe político de sacar a la luz detalles del discurso de Solís del 3 de julio del 2010 en la Asamblea Nacional del PAC, puso en evidencia las prácticas y maromas que el PAC hacía para acceder a los recursos de la deuda estatal.

Un detalle que, en la actual coyuntura fue el detonador de fuertes cuestionamientos hacia Solís durante todo el mes de mayo, y que lo obligaron a defenderse a través de sus redes sociales, donde el día 5 de ese mes recalcó que estaba dispuesto a dar cuentas a los diputados, y que su discurso había sido sacado de contexto.   

En aquella asamblea del 2010, Solís recordó que los métodos de cobranza, basados en la redacción de contratos para justificar gastos de campaña al Tribunal Supremo de Elecciones, le permitieron cobrar recursos a la agrupación.

Este mecanismo es similar al articulado por el extesorero del Partido, Mynor Sterling en la última campaña en la que Solís fue candidato, la misma en que se dio la construcción del mecanismo de cobro que condujeron a la condena por estafa contra el PAC.

De allí viene el impulso para justificar la moción para que el plenario conforme una comisión especial que investigue las campañas del PAC. Los diputados esperan abrir a su contrincante y exponer sus métodos, buscar inconsistencias y recibir explicaciones.

Hay un deseo fuerte entre los diputados opositores de poner en evidencia a Solís ante la opinión pública. Se puede palpar en los discursos airados de Dragos Donalescu, Pedro Muñoz y Roberto Thompson, solo por citar algunos.

El control político de la oposición, ese lugar de pelea desde donde el PAC en general, y Solís en particular, acusaron, señalaron y juzgaron a decenas de funcionarios públicos y opositores políticos, pareciera palpitar de ansiedad por devolver la moneda.

Ahora, el viento cambió. El PAC tiene cinco años en gobierno. Solís, a pesar de las diferencias, no ha sido ajeno a ello. Ya cumplió cuatro años como diputado, y lleva uno ya como director del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).

En este tiempo, se ha puesto en evidencia que, para bien o para mal, la estrategia y el discurso ético le funcionó al PAC, al menos hasta el momento en que el propio PAC tropezó con sus propias piedras, por lo que es natural que los que una vez persiguió, ahora vengan por él.

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