Paula Ruiz
“Yo sí me considero el titiritero de la austeridad que se practicaron en las dos primeras campañas (2002 y 2006) y pasaron cosas después de que terminó la campaña de 2010 pero la gente era lo quería, austeridad”.
Esta fue la declaración de Ottón Solís, fundador del Partido Acción Ciudadana (PAC) y actual representante al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) ante los diputados de la Comisión Legislativa que investiga el financiamiento de las campañas políticas de 2002, 2006 y 2010, en las que él fue candidato presidencial. Su participación se extendió por cinco horas.
El también exdiputado buscó la forma de defenderse en los espacios que así se lo permitieron los legisladores, quienes airadamente consultaron y señalaron a Solís.
Desde su salario en el BCIE, hasta su firma en contratos especiales que iban a ser pagados con bonos de deuda política inexistentes, el beneficio de sus familiares mediante estos bonos, declaraciones realizadas en el pasado, formaron parte de los cuestionamientos de los legisladores.
Ante ellas, respondió sobre su interés en la austeridad desde que llegó a la función pública en mayo de 1986 al Ministerio de Planificación.
Solís defendió que mientras estuvo a la cabeza de los rojiamarillos se abanderó de la austeridad, incluso en 2006 tenían derecho de cobrar casi ¢5 mil millones y solo facturaron ¢1.500 millones.
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Al finalizar la comparecencia, manifestó ante la prensa que no toma su llamado a la Comisión como una venganza sino como parte de la rigurosidad de la Asamblea Legislativa actual en su control político.
“(Hubo) un montón de aseveraciones sin sustento pero el control político es una actividad importante de la Asamblea, ya si escoge solo un partido o vengarse de quienes hicieron denuncias en el pasado, si no sustenta afirmaciones eso define la calidad del control político pero el control político y las comisiones son vitales en la democracia”, dijo.
Un caso fundamental que se le consultó, fue la recomendación de Ronald Chacón, del Departamento de Finanzas de Partidos Políticos del TSE, para ocupar el puesto de Dirección de Tributación Directa en la Administración Solís Rivera.
La recomendación se hizo antes de que Chacón tuviera que ir a los Tribunales de Justicia a declarar por la estafa del PAC en perjuicio del Estado, por su cargo en el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) .
Solís defendió que en el proceso de rendición de cuentas ante el ente electoral vio lo estricto que Chacón era con el PAC para autorizar pago de facturas, lo cual lo llevó a suponer que sería igual de atinente con los impuestos de la ciudadanía.
La Comisión Legislativa también investiga si hubo más personas que orquestaron la estafa en 2010 ya que solo hubo dos condenados. Para el exdiputado, los Tribunales ya se pronunciaron tras investigar ese caso durante cuatro años.
Los bonos familiares
Dentro de los puntos álgidos estuvo los cuestionamientos de Gustavo Viales, presidente del foro legislativo sobre la emisión de bonos en la deuda política de 2002 y 2006 por parte de familiares de Solís.
Según Viales, ellos recibieron bonos tipo A gracias a “la estafa que se fragüó en su partido” porque “las inversiones de sus familiares estaba en riesgo y a partir de eso, empiezan a usar estos contratos (los que conllevaron a la estafa) para darle totalidad de la serie A”.
Los familiares del excandidato presidencial habrían recibido unos 75 millones de colones.
Los diputados de oposición criticaron fuertemente a Solís por su “ética elástica” y por querer manipular con sus discursos.
Mientras, desde la fracción del PAC se catalogó como un circo político la audiencia del fundador del partido.
“Ha sido muy evidente que la comparecencia fue para hacer ataques contra Ottón Solís, no han aportado nada, ya que ha quedado demostrado que las instancias que investigaron fueron claras en determinar las responsabilidades de este caso”, defendió la oficialista Carolina Montero.
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