Josué Alvarado
La tarde de este viernes 28 de junio se dieron a conocer los hallazgos del equipo que intervino Coopeservidores (ahora conocida como CS Ahorro y Crédito). Si bien ya se había anunciado que hay que cerrarla producto de su inviabilidad, no se sabían a detalle los números que justificaban esta decisión.
Los resultados se publicaron íntegros en el Diario Oficial La Gaceta.
El equipo interventor encontró que el déficit de Coopeservidores con corte a mayo del 2024 llegaba a ¢69.034 millones. Este es el resultado de activos por la suma de ¢584.954 y pasivos que le superan y llegan a ¢653.988.
En el primer grupo se encuentran los bienes que la cooperativa posee. Se incluye la cartera de crédito que puede cobrar, las cuentas y comisiones por cobrar, propiedades, mobiliario, bienes mantenidos para la venta, entre otros.
En el segundo grupo están las obligaciones, por ejemplo deudas con el público, (ahorros de las personas), cuentas con el Banco Central de Costa Rica (BCCR) y otras entidades y aportaciones de capital.
Es decir, que lo que posee es menor que las obligaciones. Ya el interventor Marco Hernández había dicho a El Observador que el valor de Coopeservidores al terminar el proceso era un 80% de sus deudas.
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¿Qué se necesitaría para mantenerla viva?
El equipo interventor explica en su resolución que para que la cooperativa siguiera operando no solo sería necesario que los asociados le inyecten ese faltante de ¢69.034 millones, así el patrimonio hubiese llegado a cero. Pero esto no sería suficiente para mantener su operación.
Sería necesario que los asociados pusieran más capital para llevar su suficiencia patrimonial al mínimo regulatorio que es 10%. Esto obligaría a hacer una segunda capitalización por ¢57.316 millones.
Significa que la capitalización requerida sería por un monto de ¢126.350 millones: ¢69.034 millones par eliminar el déficit y otros ¢57.316 para que su suficiencia sea del 10%.
Aporte individual por ¢963.000
Como Coopeservidores tiene 131.311 asociados lo correspondiente sería dividir ese monto por cada uno de ellos. Esto significa que el aporte de capital que cada uno habría tenido que hacer es de ¢963.000.
El equipo interventor concluyó que este cobro no era posible por cinco razones:
- La gran mayoría de asociados son personas físicas (75%) que devengan en promedio un salario bruto promedio de ¢700.000. Esto implica que si tuvieran que realizar la aportación indicada representaría la totalidad o una porción muy importante del salario, o bien, ni siquiera le alcanzaría
- 5.041 afiliados que son deudores están en una categoría de riesgo por impago. Si no pueden pagar la deuda, probablemente tampoco puedan hacer este aporte
- No hay forma de obligar a todos los asociados a efectuar un aporte de capital
- El reglamento de la cooperativa dice que las aportaciones de capital, en caso de que se hagan, deben ser graduales para no afectar a los asociados. Esto quiere decir que la recaudación tardaría meses o años, lo que no es viable en este momento
- La variada composición de los asociados les impediría hacer una recapitalización interna con sus depósitos por lo que esta opción también se descartó.
Debido a esto fue que se tomó la decisión de dividir Coopeservidores en un “banco bueno” y “banco malo”.
El banco bueno será puesto en venta para que otra entidad la compre. Mientras tanto, el banco malo será puesto en un fideicomiso que lo administrará con el fin de mejorar su perfil y venderlo en el plazo de un año.
Si ese plan no se concreta se iniciaría un proceso de quiebra.
Una sola entidad hizo oficial su interés de comprar Coopeservidores
Hasta este jueves 27 de junio, cuando cerró el plazo para recibir ofertas formales, una sola entidad había informado su interés por comprar esa parte conocida como “buena”.
Recibida esta única oferta, el siguiente paso es analizarla y negociar. Esta próxima etapa podría tardar aproximadamente dos semanas. El equipo resolutor no descarta que en este lapso pueda aparecer otra entidad interesada.
El lunes 24 de junio, tres días después de que se anunciara que Coopeservidores era inviable y que por eso se vendería la parte “buena”, el Banco Popular y de Desarrollo Comunal (BP) informó sobre su intensión de comprarla.
El Banco Nacional de Costa Rica (BN) informó, por su parte, que inició acercamientos con el equipo encargado de la venta de lo que ahora se conoce como CS Ahorro y Crédito. Sin embargo, públicamente no afirmó tener la intensión.
