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Paranormal, serie de televisión producida en Egipto

@Popcorn506 para El Observador Poco a poco nos vamos abriendo a un universo de películas y series a los que…

Por Desde la Columna

Tiempo de Lectura: 4 minutos
Paranormal, serie de televisión producida en Egipto
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@Popcorn506 para El Observador

Poco a poco nos vamos abriendo a un universo de películas y series a los que antes no teníamos acceso, o no lo teníamos tan fácil.

Las plataformas de contenidos en streaming han permitido que las producciones de cualquier país estén accesibles de un modo mucho más amplio, casi universal. Por eso, hoy estamos aquí hablando de Paranormal, una serie de televisión producida en Egipto.

Y, lo mejor, que es una serie con un nivel tan alto en todos los sentidos que a nadie le puede causar rechazo.

Lo que cuenta… a grandes rasgos

Paranormal nos cuenta la historia de Refaat Ismail, un científico y profesor egipcio de los años sesenta. Él se ve sumergido en una serie de cuestiones paranormales que afectan a su vida y a su familia. Todo esto, además, aderezado por su afición a la Ley de Murphy, lo cual le confiere un toque de humor, casi negro, al conjunto.

Ese humor oscuro planea por todo el conjunto de capítulos. Es, junto al carácter tan particular del protagonista, el pegamento que va uniendo cada una de las historias en las que se sumerge, todas inspiradas en mitos, leyendas y terrores de distintas culturas.

Enganche con el actor principal

Pero, aunque cada uno de estos retos que asoman puntualmente en la serie son muy interesantes y adictivos, es el propio Refaat el que nos gana desde el comienzo.

Interpretado por Ahmed Amin, puede que sea una de las más gratas sorpresas de este año en lo que al género de terror se refiere.

Es un personaje tan peculiar y tan carismático que es difícil encontrar a alguien al que no le guste. Parte de ese encanto se debe a lo desorganizado que es, lo cual le confiere un toque de naturalidad y verosimilitud, pero también le rodea una sensación de imprevisión que aumenta toda la incertidumbre de la serie.

Es decir, el propio Refaat es clave en el género de la producción, pero también en su desarrollo. Si tuviéramos un protagonista más ortodoxo, resultaría todo más predecible y la tensión no funcionaría tan eficazmente.

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Un triángulo amoroso

En Paranormal no falta la trama romántica, establecida en forma de triángulo. Porque Refaat está comprometido con su prima pequeña, Huwaida, pero el amor de su vida es Maggie, una antigua compañera de la universidad que aparece de vuelta en su vida justo al inicio de la serie.

Esto, además de crear el clásico conflicto, también produce dudas en el protagonista y distorsiones familiares que tal vez resulten un poco menos universales, pero son igualmente simpáticas para el espectador común.

Los aspectos visuales

Los aspectos visuales de Paranormal son de lo mejor que hay en la serie. Si a uno le comentan sobre una producción egipcia de época y género, en la que no hay actores conocidos, lo más probable es que desconfíe, aunque haya una plataforma como Netflix por detrás.

Pero esto no es más que una nueva muestra de que la compañía de la N roja está consiguiendo unos estándares muy altos y propiciando que los creadores más imaginativos de otros países y mercados puedan acceder a una audiencia global.

Dicho esto, no tenemos que pensar que Paranormal está rodeada de efectos artificiales fabricados con una computadora. Los aportes en este sentido están tan bien logrados como mesurados, y en ningún momento nos hacen sentir fuera de lugar.

Todavía por encima de esto podemos situar la excelente ambientación. El diseño de producción, compaginado con una fotografía muy adecuada, nos traslada en pocos minutos a una época lejana pero realista, algo que se agradece desde el punto de vista externo y que ayuda a que cada uno de nosotros se implique un poco más en la vivencia de los protagonistas.

El único pero

Por achacarle algo que la aleja de una serie más perfecta o de referencia, nos habría gustado que los momentos de terror fueran un poco más intensos o permanentes. Da la sensación de que la trama dramática acaba predominando y esto le hace perder un poco de fuerza al conjunto.

De modo más anecdótico, hay un aspecto extraño, o incluso torpe, por parte de Netflix. Y es que no haya adelantado su estreno unas pocas semanas, para hacerla coincidir con Halloween. Sin duda, con alguna acción de marketing adecuada, la repercusión habría podido ser mucho mayor.

De todos modos, estamos ante una producción de un gran nivel con personajes muy interesantes y originales.

Tiene todos los mimbres para poder convertirse en una serie de culto y que haya un movimiento de seguidores fiel que la adore como los antiguos egipcios adoraban a sus dioses. Pero, en la vida real, sin maldiciones, por favor.

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