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Pensamientos positivos

Rodrigo Sánchez. Profesor ULead ¿Recuerda cómo se sintió esta mañana al despertar o cómo se sitió el resto del día?…

Por Desde la Columna

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Pensamientos positivos
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Rodrigo Sánchez. Profesor ULead

¿Recuerda cómo se sintió esta mañana al despertar o cómo se sitió el resto del día? ¿Sabe cómo se sentirá antes de acostarse? ¿Siente la obligación de sentirse bien todo el tiempo?, ¿es porque hemos creído que eso nos ayuda a ser felices?

A veces nuestras expectativas en la vida, provocadas por mucha influencia externa, las llevamos a límites imposibles de cumplir por seguir esas falsas metas que hemos asumido de que siempre debemos estar con pensamientos positivos; hemos creído tanto en que siempre podemos estar generando ese tipo de pensamientos, que cuando no lo logramos, sin aparente razón alguna, no sentimos esa positividad que la gente espera, y nos da miedo decepcionarlos,  o lo que es peor aún, que nosotros con esas sobre expectativas hacia nosotros mismos, no lo logramos, es que nos hundimos en sentimientos de impotencia y debilidad al no poder siempre mantener esos pensamientos que creemos deben prevalecer en lo positivo.

Está bien no estar siempre bien. Somos seres que no tenemos solo un cuerpo, sino que es un conjunto junto con nuestra mente, nuestras emociones; hay días en que es posible no sentirse bien con nuestras emociones, hay días en que nos duele un brazo, o nuestro cuerpo tiene gripe, o nos duele una rodilla, ¿nos enojamos y nos sentimos impotentes y decepcionados con nuestro cuerpo por ello?, pareciera que lo pertinente es tratar de entender por qué nos estamos sintiendo mal, y así como buscamos una ayuda para aliviar algunos de esos dolores o malestares, también podemos buscar ayuda o herramientas para nuestro malestar emocional, ya sea conversando con nuestra pareja, amigos, investigando y actuando en mejorar nuestro autoconocimiento,  o si fuera necesario ir con un especialista en temas emocionales. Hay días buenos y malos en nuestra vida, lo importante es que todos los días podemos seguir con el propósito en nuestra mente e iniciar un nuevo camino hacia un mejor día, hacia un día más feliz.

La realidad que nos ha deparado la evolución, es que nuestro cerebro tiene como único fin el de preservar la especie a toda costa, y por ello se han desarrollado mecanismos cerebrales a fin de cumplir con ese fin. Nuestros pensamientos son el producto de la herencia genética, de nuestras creencias, que son instaladas por nuestro círculo de influencia más cercano desde que nacemos, y es así como cargamos con grandes mochilas de esas creencias, donde además acumulamos las que le vamos consciente o inconscientemente agregando en la vida, y por último están nuestras experiencias.

Ahora bien, nuestro cerebro funciona siempre generando pensamientos sin percatarnos de ello, miles se generan diariamente, y casi siempre son no tan positivos, al contrario, son negativos, ¿podemos controlar que nuestro cerebro genere pensamientos positivos solamente?, desde luego que no, lo que sí podemos es aprender a dejarlos ir tal cual llegan, no reparar en ellos, esto se aprende, aunque es sumamente complejo.

Después, esos pensamientos nos generan emociones, sobre las que tampoco tenemos mucho control en su génesis, y luego llegan las acciones que esas emociones nos llevan a tomar, la conducta ante tal situación emocional. En este caso sí tenemos el conocimiento y herramientas disponibles para que esas emociones no se conviertan en acciones, las emociones son sumamente pasajeras, vienen y van, es ahí donde podemos desarrollar esas habilidades que nos llevarán a una verdadera libertad en nuestra vida, como lo decía Víctor Frankl, entre la emoción y la acción hay un espacio de tiempo que yo administro, y es ahí donde reside la verdadera libertad humana.

Ahora bien, las emociones no son ni buenas ni malas, simplemente están allí y podemos aprender a aceptarlas, reconocerlas y dejarlas pasar sin que lleguen a convertirse en acciones. Así funciona el cerebro de todos los seres humanos, sin distingos de razas o culturas. En mi página web, atrévase-a-ser-feliz.com hay artículos para conocer más sobre las emociones y la conducta. Entonces, conociendo cómo funciona nuestro cerebro, pretender tener siempre pensamientos positivos es un “sueño” imposible.

Parafraseando a Immanuel Kant, la vida no sería lo que es si no fuera en su esencia una permanente dificultad que entorpece nuestro desenvolvimiento. Esta situación implica que el hombre ha debido desde siempre luchar contra adversidades. Esos escollos y adversidades causan en el humano infelicidad, mientras que la superación de esos escollos y adversidades causan felicidad. Pero, ¿por qué razón si nuestro cerebro enfoca su razón de ser en algo que no es precisamente ser felices, insistimos en buscar esa felicidad?, ¿es por eso que hemos creído que siempre tenemos que tener pensamientos positivos y que eso nos hará felices?, la respuesta es un no rotundo, la felicidad se logra por otros medios muy diferentes, sin embargo ese aparente contrasentido entre nuestra realidad natural y ese deseo frenético de ser felices, es a la vez una opción creada por nuestra mente para precisamente lograr esas motivaciones de impulso vital que deparan esos aparentes escasos momentos de felicidad, es paradójico pareciera, pero tiene todo el sentido del mundo; no sería posible la vida si siempre todo fuera adversidad, por eso existe la emoción de la alegría, por eso hemos hecho ingentes esfuerzos siempre por ser felices.

Tener la creencia de que siempre debo tener pensamientos positivos requiere mucho esfuerzo y nos provoca cansancio físico y cognitivo, con logros normalmente pobres. Es una buena idea gestionar la auto compasión, eso nos ayuda a lidiar con la creencia de que, si no tenemos siempre pensamientos positivos, es que estoy gestionando mal mis emociones, mi vida. Aprender a desarrollar una mejor auto compasión nos hará más resilientes.

No se trata de ser perfectos, que es lo que nos lleva a creer que siempre debemos tener pensamientos positivos, por ejemplo, parecer perfectos para nuestros hijos es parte de esa idea de generar siempre pensamientos positivos, entre otras cosas, y que por lo tanto debemos mostrarnos siempre así, está bien que nuestros hijos entiendan que también podemos sentirnos mal, darnos el permiso y el espacio para ser humanos, que nosotros aceptemos que con ser padres suficientemente buenos es lo que somos y así ellos entenderán que sus padres y ellos no tienen que ser perfectos, no tienen que tener siempre pensamientos positivos.

Una aclaración final, optimismo y positivismo no son sinónimos, aunque se ha creído que es así. El optimista ante una adversidad piensa “eso va a cambiar, va a pasar”, pero no se involucra en procurar cambiar esa circunstancia. Mientras que el positivo ante la adversidad piensa, eso va cambiar, va a pasar” y se involucra al menos en su círculo de influencia, en procurar cambiar la circunstancia que le ocasionó esa adversidad.

Atrévase a ser feliz.