Hermes Solano
El informe rendido por la Unidad de Análisis de Comportamiento Criminal del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) perfiló a Nelson Sánchez Ureña como un hombre que no tenía trastornos de personalidad.
Tres especialistas del OIJ elaboraron un perfil de Sukia con base en entrevistas que mantuvieron con personas cercanas a su círculo. Él es sospechoso de asesinar a la joven Allison Bonilla en marzo de 2020.
La descripción del perfil elaborado por una socióloga, una psicóloga y una criminalista se conoció este martes, durante la reanudación del juicio contra el sujeto. Ellas comparecieron como testigos por parte del Ministerio Público.
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Lo que se conoció
Hay tres elementos dichos por las especialistas que llamaron la atención y que perfilaron al hombre.
Uno de ellos fue tras la entrevista que le realizaron a una exnovia de Sánchez Ureña. Ella contó que durante el tiempo que tuvieron una relación no hubo agresión física, pero sí psicológica.
“Nos comentó que nunca hubo agresión física, pero sí psicológica. La tenía sometida, no la dejaba tener redes sociales, la buscaba solo para tener relaciones sexuales…”, contó Jessenia Murillo, psicóloga clínica forense.
Según la especialista, la mujer reconoció durante la entrevista que “estaba inmersa en una situación de violencia, pero no física”.
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Pornografía
Otro de los puntos resaltados dentro del perfil del imputado era su afición por la pornografía, que quedó en evidencia en la revisión del teléfono celular.
La socióloga María José Rodríguez indicó que durante la apertura del aparato se encontraron muchos vídeos con pornografía. En ellos la mujer era sometida y se hacía ver que disfrutaba de la violencia.
“El imputado veía pornografía, lo que podría generar una distorsión cognitiva con respecto a la manera de relacionarse”, indicó Rodríguez.
“No queremos decir que en ningún momento esto haya alternado su conciencia o su capacidad de discernir entre el bien y el mal”, añadió.
Eso lo habría llevado a tener fantasías sexuales distorsionadas de lo que realmente es una relación sexual.
“Consideramos por hechos probados que pudo haber existido la presencia de fantasías sexuales”, indicaron las especialistas.
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Sin comunicación
El informe brindado por esta Unidad de Análisis de Crimen al investigador del caso indicó que el sospechoso del homicidio de Allison era una persona conocida, que se aprovechó de eso para engañarla.
“(La situación) Nos hacía suponer que era una persona que a Allison no le significó un riesgo inminente, pues había respondido, mediante engaños, a una aceptación de traslado”, indicó la especialista respecto al día de los hechos.
Además, consideró que el sospechoso tenía clara la diferencia entre el bien y el mal, porque decidió ir a tirar el cuerpo a un lugar alejado para deshacerse de cualquier evidencia que lo vinculara con la situación.
También dieron a conocer que en el análisis telefónico que hicieron de los celulares de Allison y Sánchez Ureña no hubo comunicaciones entre ambos desde enero y hasta junio del 2020.
El día de la desaparición de la joven en Ujarrás de Cartago, Sukia solo tuvo una llamada en horas de la noche con una mujer.
El juicio continuará este miércoles con la presencia de dos peritos.
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