Rodrigo Díaz
Una trayectoria de medio siglo escribiendo en las páginas deportivas de los principales diarios nacionales, pero principalmente, su ejemplo de vida al ser un sobreviviente de las garras del alcoholismo, hicieron que el periodista Gaetano Pandolfo recibiera un prestigioso reconocimiento internacional.
Se trata del premio “Abelardo Raidi” que otorga la Asociación Internacional de Prensa Deportiva (AIPS) en su división América, a connotadores comunicadores del continente y medios de comunicación.
Abelardo Raidi, fue un periodista venezolano reconocido a nivel internacional y fundador del Círculo de Periodistas Deportivos de Venezuela. Falleció en el 2002.
Este año, en su décima edición, la comisión encargada del premio decidió entregarlo a doce postulantes y un medio de comunicación.
Entre los periodistas, además de Pandolfo, figuran el colombiano Andrés Salcedo, conocido narrador del fútbol alemán en los años 70 y 80, y el mexicano José Ramón Fernández, destacado comentarista de la cadena ESPN.
“Tano”, como es conocido en nuestro país, fue postulado por el Círculo de Periodistas y Locutores Deportivos de Costa Rica.
Homenaje al periodismo de la vieja guardia
“Me tomó por sorpresa la designación. No sabía que me estaban postulando hasta que me dijeron hoy de este premio. De manera que estoy muy agradecido con el Círculo de Periodistas y Locutores Deportivos por promover mi candidatura”, dijo Tano al referirse al reconocimiento.
El periodista afirma que este premio se lo dedica al periodismo de la “vieja guardia”.
“Cuando realmente se hacía periodismo deportivo. Era muy sacrificado, sin redes sociales ni internet. Era una aventura mandar fotografias, información del extranjero, hacer entrevistas.
“Es la generación que nos formamos con grandes maestros de la crónica deportiva como Jorge Pastor Durán, Angel Sánchez Torres, Luis Cartin y Fernando Naranjo. A toda esa generación, que hoy me toca encabezar, más que todo por la edad, pero que pasaron por lo mismo que yo pasé, a esos periodistas de verdad, no los de las redes sociales, a esos les dedico este premio”, puntualizó Pandolfo.
A Tano le llena de orgullo que este reconocimiento le haya llegado de una organización de mucho prestigio, con el nombre de una figura del periodismo deportivo altamente reconocida, y que también lo hayan ganado periodistas de la talla de Salcedo y Fernández.
“Me viene a la mente ese refrán de ‘dime con quién andas y te diré quien eres’, y al ver los nombres de los premiados, que son gente de mucho prestigio, pues eso me hace sentir muy orgulloso”, concluyó.
Tano es el segundo costarricense que recibe este reconocimiento, ya que el año anterior también fue premiado Miguel Cortés Valerio, director del desaparecido programa Oro y Grana.
50 años de carrera
Tano inició sus andares en el periodismo deportivo justo hace 50 años, en la redacción deportiva del diario La Nación, a la que llegó proveniente de la primera generación de estudiantes de periodismo de la Universidad de Costa Rica.
Bajo el seudónimo de Gapari, fue reconocido, no solo por su buena pluma al redactar las crónicas, sino también por sus columnas Debajo del Aro, Por favor silencio y la famosa Así los Vimos.
Continuó en La República, donde escribe actualmente, su famosa columna de opinión La Nota de Tano, la cual hace diariamente desde 1988.
A lo largo de 4 décadas redactó notas deportivas para el Semanario Universidad.
También incursionó en la radio, primero con el programa Simplemente Tenis, y actualmente lleva más de dos décadas al aire con el espacio Tano qué Tal, por Radio Monumental, los sábados a las 10 a.m.
Lucha contra el alcohol
Paralelo a su fama alcanzada como periodista deportivo, Tano vivió un calvario por culpa del alcohol. No solo le hizo perder su trabajo en La Nación, Semanario Triunfo y La República (en varias ocasiones fue recontratado pero terminan despidiéndolo), sino que también perdió su familia.
En 1985, incluso estuvo cerca de perder la vida, hasta que un milagro, como dice él, lo sacó del vicio. Tuvo un reencuentro con Dios dentro de un baño en una de las sedes del Hogar Salvando el Alcohólico.
Desde entonces, nunca más tomó un solo trago. Logró recuperar el trabajo, su familia y su prestigio.
Ocho años después, en 1993, decidió publicar su testimonio en el libro Para Nunca Olvidar.
En la carta de nominación que envió el Círculo a la AIPS, en referencia a dicho libro, explica: “es una bocanada de aire fresco como arma de prevención a esa terrible enfermedad, tanto que el Ministerio de Educación de Costa Rica la declaró como Lectura Recomendada para los jóvenes en los colegios y se ha convertido en un Best Seller de la literatura costarricense gracias a su éxito en ventas”.
El documento finaliza: “Gaetano Pandolfo Rímolo, en ejemplo de vida, de periodista, de comunicador, de ser humano que vivió en el infierno y que regresó para advertir a los otros de que el camino del alcoholismo conduce a una falsa experiencia, al abismo, en fin, a la antítesis de la felicidad”.
Rodrigo Díaz
