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(Video) Pescador atrapa un mero de 115 kilos en aguas frente al centro de Limón

Alessandro Montanari, el afamado pescador de “dinosaurios del mar” del Caribe sur de Costa Rica, recién agregó un enorme y…

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 2 minutos
(Video) Pescador atrapa un mero de 115 kilos en aguas frente al centro de Limón
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Alessandro Montanari, el afamado pescador de “dinosaurios del mar” del Caribe sur de Costa Rica, recién agregó un enorme y pesado pez a su extensa lista. El italo-costarricense compartió con El Observador la reciente pesca de un mero de más de 115 kilos.

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Este pescador le contó a este medio que la pesca ocurrió a inicios de esta semana frente a Limón centro donde, dijo, el agua está más cristalina que las playas del sur.

Pesca del enorme mero

La pesca de este mero ocurrió detrás de la isla Quiribrí, más conocida por su nombre popular como isla Uvita.

El mero es una especie cuya carne es muy preciada. De acuerdo con información bibliográfica, el goliat (Epinephelus itajara) es el mero más grande en el hemisferio Occidental, y puede alcanzar los 8 pies de largo y pesar más de 1.000 libras.

En el caso de mero capturado por Alessandro su carne terminó no solo para alimentarlo a él, sino a numerosas familias del Caribe sur.

Pescador desde niño

Este hijo de familia de pescadores en el mar Adriático -conoce el oficio desde los 3 años- ha sorprendido a propios y extraños en nuestro país con sus pescas impresionantes desde hace 18 años.

Ha capturado pargos, atunes, meros y cabrillas, solo por mencionar algunas especies, con tamaños y pesos inimaginables.

En entrevista con El Observador semanas atrás, Alessandro aseguró que sus pescas han sido posible por dos factores. Uno de ellos es el conocimiento que tiene de las aguas de la zona. El otro es producto de la constancia, ya que sale al mar cuatro o cinco veces a la semana.

Reconoce, sin embargo, que la faena es cada vez más difícil a causa de cambios producidos por el clima y por la contaminación.

Y la pandemia supuso un golpe aún mayor. Esto porque los negocios (hoteles, restaurantes y sodas) de Puerto Viejo y alrededores estuvieron cerrados por mucho tiempo. Esto a su vez se tradujo en cero clientes y en dificultades para vender el producto.

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