“La Unidad ha sido mi casa desde 1977 cuando iniciábamos como coalición y luego como el PUSC. Desde la distancia de mi tierra he observado con dolor un partido que se negó en su asamblea, promovida por intereses individuales de curules legislativas, a participar en una gran coalición por Costa Rica”.
Esas fueron las palabras elegidas por Rodolfo Piza para despedirse de la Unidad Social Cristiana (PUSC), el partido con el que peleó la Presidencia de la República en la últimas dos elecciones.
Piza rompió así casi cuatro décadas de militancia rojiazul para ir por una nueva aventura política.
Según explicó “intereses individuales en alcanzar diputaciones le quitan capacidad de proponer soluciones a los problemas de cientos de miles de costarricenses que están hoy sin trabajo”.
Aunque está seguro de que podría aspirar y ganar la candidatura del PUSC, lamentó que el aspirante presidencial no podría tener influencia en la fracción legislativa.
“Les deseo lo mejor a los que luchen por esa candidatura, y luego los invitaré para que nos acompañen en la batalla por nuestro país”, dijo.
Hace menos de una semana, Piza había declarado a El Observador que barajaba la opción de competir.
Ahora, indica que no es momento para anunciar candidaturas pero no descartó una aspiración.
“Seguiré al servicio de todos los costarricenses con el mismo sueño que me despertó la primera vez”, manifestó.
“Llamo a todas las personas, partidos y líderes que quieran unirse un movimiento construido desde ideales comunes para que podamos trabajar unidos con propuestas y apertura para que podamos trabajar unidos por nuestra querida Costa Rica”, concluyó.
Viejo conocido de los socialcristianos
Rodolfo Piza ha combinado por años el ejercicio del derecho con la política, principalmente desde el PUSC.
Durante el gobierno de Miguel Ángel Rodríguez (1998-2002) fue presidente ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS). Luego comenzó su carrera por llegar a Zapote.
En el proceso tuvo dos campañas fallidas, pero se convirtió en protagonista esencial de la segunda ronda en el 2018.
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El pacto que firmó con el entonces candidato del PAC, Carlos Alvarado, facilitó la arribada de diferentes dirigentes socialcristianos al segundo gobierno de Acción Ciudadana.
La estrategia se denominó “Gabinete de Unidad Nacional”, y tuvo como principal cara precisamente a Piza en el Ministerio de la Presidencia. A ese cargo renunció en julio del 2019.
A Piza se le ha cuestionado también su cercanía con el Movimiento Libertario en la campaña del 2006. Al respecto, justifica que solo dio algunas ideas para el plan que entonces encabezaba Otto Guevara.
PUSC enfrenta su competencia interna
Aún sin Piza en el camino, el PUSC está ante la lista de precandidatos más amplia de su historia y de paso, por primera vez incluye a una mujer.
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En la lista ya están:
- Pedro Muñoz: diputado
- Erwen Masís: diputado
- Lineth Saborío: exvicepresidenta de la República
El abogado Roberto Suñol, por su parte, declinó el domingo por la noche. Alegó que recientemente pasó por una cirugía y se concentraría en la recuperación.
La convención socialcristiana se llevará a cabo el domingo 13 de junio y para inscribirse se piden ¢40 millones a cada candidato.
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El proceso será más corto que antes: siempre se manejan períodos de 8 horas consecutivas de votación, pero esta vez serán 6 horas.
Según la agrupación, habrá un horario matutino y otro vespertino, divididos con 2 horas donde deberán desinfectar los centros de votación.