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PNUD: “cuanto mayor es el poder y la responsabilidad, mayor es la brecha de género”

Las disparidades de género se mantienen como las formas más persistentes de desigualdad en todos los países. El más reciente…

Por Lucía Sánchez

Tiempo de Lectura: 4 minutos
PNUD: “cuanto mayor es el poder y la responsabilidad, mayor es la brecha de género”
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Las disparidades de género se mantienen como las formas más persistentes de desigualdad en todos los países. El más reciente informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) profundizó en el impacto de la brecha entre hombres y mujeres.

El organismo reiteró que al afectar la mitad de la población mundial, es una de la mayores barreras para el desarrollo humano. El estudio “Más allá del ingreso, más allá de los promedios, más allá del presente: Desigualdades del desarrollo humano en el siglo XXI“, el progreso general en la desigualdad de género ha sido lento en estos últimos años.

El mundo celebró progresos sustanciales en la Conferencia Mundial sobre Mujeres de 1995. Pero hoy la perspectiva cambió. Sí hay avances en educación, en especial en primaria, y en salud. Por ejemplo se redujo la mortalidad materna en 45% desde el 2000.

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Progreso se desaceleró

En marzo del 2019, las diputadas se presentaron al Congreso con tenis blancos como parte de una campaña para el Día Internacional de la Mujer. Según el estudio del PNUD, en las estructuras de mayor poder, la brecha de género se siente más. (PUSC)

Sin embargo los avances en otros aspectos del empoderamiento de las mujeres no ha sido intenso y el progreso hacia la equidad de género se desaceleró.

Se debe a que cuando aumenta la conciencia en las comunidades para lograr la igualdad de género, los caminos se vuelven más empinados. Este tipo de desigualdad evidencia desequilibrios internos en el poder y tiene dos tendencias definidas según el PNUD:

1. Intensa y generalizada

La primera es que es intensa, generalizada y causa la distribución desigual del progreso del desarrollo humano. Por eso hay una urgencia en lograr la paridad.

2. Mayor en el empoderamiento

La segunda se refiere a que la desigualdad de género suele ser más intensa en áreas de mayor empoderamiento individual y poder social. En consecuencia eleva una “bandera roja” en el progreso del futuro.

Esto significa que las mujeres progresan más y de forma acelerada cuando su empoderamiento individual o su poder social es más bajo. Cuando tienen más responsabilidad, liderazgo político y beneficios sociales en los mercados, la vida social y política, se enfrentan a “una ventana de vidrio”.

Lo anterior ocurre a medida que las mujeres se alejan de las áreas básicas hacia las áreas mejoradas o áreas de mayor desarrollo. En estas últimas, las brechas tienden a ser más amplias.

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“La primera tendencia indica la urgencia de abordar la desigualdad de género para promover los derechos humanos y el desarrollo básicos. El segundo levanta una bandera roja sobre el progreso futuro. El progreso en lo básico es necesario para la igualdad de género, pero no es suficiente. Las normas sociales y las compensaciones específicas de género son barreras clave para la igualdad de género”, destacó el estudio.

Cuanto mayor es el empoderamiento, mayor es la brecha de género. (PNUD)

Tener acceso a la participación política. Mujeres y hombres votan en elecciones a tasas similares. Entonces, hay paridad en la participación política de nivel de entrada, donde el poder está muy difuso. Pero cuando está en juego un poder político más concentrado, las mujeres parecen severamente subrepresentadas. Cuanto mayor es el poder y la responsabilidad, mayor es la brecha de género, y para los jefes de estado y de gobierno es casi el 90%.

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Normas culturales fomentan la desigualdad de género

Según el estudio del PNUD, las normas sociales y culturales son una barrera clave para alcanzar la igualdad de género. Generalmente fomentan comportamientos que perpetúan las desigualdades.

Si bien las normas sociales están empezando a evolucionar hacia “roles de género cambiados” en las sociedades; mantienen conflictos en las relaciones de poder entre hombres y mujeres.

Aunado a ello, las concentraciones de poder crean desequilibrios dominados por grupos patriarcales.

Estos dos elementos afectan todas las formas de desigualdad de género, desde la violencia hasta obstáculos en los ámbitos laboral y político.

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¿Qué se puede hacer?

Según el informe del PNUD, hay varias formas en las que se puede reducir el panorama, y al mismo tiempo hacer las economías más productivas:

  • expandir las oportunidades para mujeres y niñas
  • promover su economía
  • fomentar su participación social y política
  • mejorar su acceso a la protección social, empleo y recursos naturales.

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