Paulo Villalobos
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) descartó que en el país existan casos de sustracciones de menores de edad para la trata de personas o la extracción de órganos.
La aclaración la hizo este viernes el director de la entidad, Wálter Espinoza, ante publicaciones en redes, que alertan sobre dicha situación.
“En ese sentido, la Policía Judicial quiere señalar que esas informaciones son falsas, son inexactas y no corresponden con la realidad. No tenemos ninguna denuncia, no tenemos ningún reporte y no tenemos ninguna pesquisa que vincule la desaparición de un menor de edad para con actividades de trata de personas o para con acciones dirigidas a extracción de órganos para su comercio ilegal”, destacó el jefe del Organismo.
Asimismo, Espinoza explicó que esos datos son “tendenciosos” y “provocan perturbación y preocupación social”, lo que obligó a hacer la aclaración.
El jerarca ser refirió a las descripciones incluidas en las publicaciones, que refieren a un grupo de payasos que se transporta en una microbus para secuestrar niños.
“Empiezan a surgir como leyendas urbanas. Son periódicas, son constantes, son manifiestas y generalmente tienen una motivación común. Esta es malsana y lo que pretende es generar algún tipo de problema de carácter social”, dijo el investigador.
Verdadero panorama
Durante la misma conferencia de prensa, el director de la Policía Judicial, Wálter Espinoza, describió cómo son en realidad los casos que se investigan en Costa Rica.
El 95% de los casos registrados recientemente refieren a mujeres de entre 13 y 17 años, quienes desaparecen por un fin de semana.
CUADRO:
Mientras que el restante 5% es más amplio en los criterios, pues involucra a hombres y mujeres de edades variadas.
En prácticamente todos los casos, sin embargo, los responsables recuperan a los menores por sus propios medios. En otro tanto requieren acompañamiento policial; aunque siempre es para retirar a jóvenes que voluntariamente se encuentran en una localización determinada.
Tres desaparecidos
Empero, el director del Organismo, Wálter Espinoza, reconoció que tres menores de edad permanecen desaparecidos desde el 2014.
Una de ellas es una menor de apellido Guzmán, quien entonces vivía en Santo Domingo de Heredia tenía cinco años.
Su primo Alejandro descuenta 25 años de cárcel como responsable de su desaparición, así como, el abuso de sus hermanos. Se presume que a la menor la asesinaron, aunque esa versión aún no se confirma.
Los otros dos son los hermanos Blanco, para ese momento de uno y dos años. Ellos desaparecieron en Batán de Limón. Por ahora, su búsqueda se mantiene abierta, de acuerdo con el jefe policial.
Paulo Villalobos
