Rodrigo Díaz
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) recalificó, de acuerdo con sus ingresos, a las micro, pequeñas y medianas empresas agrícolas.
Esta acción, hecha vía decreto ejecutivo, reformó tres incisos del Reglamento a la Ley del Sistema de Banca de Desarrollo (SBD). El fin es hacer más inclusivo y mejor dirigido el crédito al que puedan tener acceso.
De esta forma, se redujo a más de la mitad el nivel de ingresos máximo para considerar a una empresa como micro o pequeña empresa agropecuaria. En el caso de las piñeras y las productoras de plantas, flores y follajes, se aplicó una reducción diferenciada debido a sus costos de producción por hectárea son muy elevados.
Los topes de ingresos quedaron definidos de la siguiente forma:
- Micro, ¢166.854.200
- Pequeño, ¢333.708.400
- Mediano, ¢1.991.619.800
Productor piñero
- Micro, ¢213.074.200
- Pequeño, ¢425.686.200
- Mediano, ¢1.991.619.800
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“Con este decreto se establece una nueva manera de definir qué es un micro, pequeño o mediano productor, la cual se ajusta a la realidad de las personas productoras agropecuarias, para hacer más inclusivo el acceso al crédito”, declaró el ministro del MAG, Renato Alvarado.
La nueva categorización se hizo con base en un estudio técnico realizado por la Dirección Nacional de Extensión Agropecuaria del MAG.
Para ello, utilizó como base de información los costos de producción por hectárea de los productos agropecuarios, utensilios, área de siembra. También se tomaron en cuenta márgenes de utilidad del sector, proyección de actividad industrial, comercial y de servicios.
“A partir de esta información, se adecuó el tamaño del micro, pequeño y mediano productor agropecuario a la realidad nacional del sector; pero sin modificar el tamaño de medianos productores agropecuarios, por lo cual no se excluye ningún sujeto beneficiario actual del SBD.”, agregó el jerarca.
Por ley, el Sistema de Banca de Desarrollo debe dirigir el 40% de sus recursos al sector agropecuario. A su vez, el 60% de los beneficiarios deben ser micro y pequeñas empresas o productores, y el restante 40% medianas empresas o productores.
Con la clasificación como estaba definida no se consideraban los costos reales de producción y márgenes de utilidad con respecto al tamaño de la finca de un pequeño y mediano productor.
Rodrigo Díaz
