Sergio Arce
La aparición en público de los hermanos Guillermo y Enrique, este sábado en las afueras del castillo de Windsor y después de un bache entre ambos de 30 meses, dejó a muchas personas con dos interrogantes.
OBSERVE MÁS: Guillermo y Enrique y sus esposas juntos en público por primera vez en meses
La primera: ¿la muerte de la abuela de ambos, la reina Isabel II, servirá para volverlos a unir?
El distanciamiento entre los hijos del nuevo rey Carlos III y la difunta Diana comenzó cuando Enrique y Meghan se retiraron de la monarquía en 2020 para instalarse en Estados Unidos.
Pero la ruptura se consumó en marzo de 2021, cuando los duques de Sussex hicieron explosivas revelaciones en una entrevista con Oprah Winfrey.
En ella aseguraron que Catalina hizo llorar a Meghan, al tiempo que acusaron a la familia real de racismo. Pero verlos juntos ahora hizo pensar en un posible acercamiento como en los viejos tiempos.
La segunda interrogante: ¿por qué Guillermo y Catalina aparecieron con cierta distancia física, mientras que Enrique y Meghan estuvieron de la mano la mayor parte del tiempo?
Las conjeturas empezaron a saltar en redes sociales, donde más de una persona se preguntó si hay problemas entre los nuevos príncipes de Gales.
La explicación
Christy Marín, especialista en protocolo y etiqueta, dio una sencilla explicación, lejos de cualquier morbo.
“El motivo de que los nuevos príncipes de Gales aparecieron sin darse la mano es porque ellos trabajan y representan a la Corona en actos oficiales y no pueden tener muestras de cariño.
“A lo sumo es tomarse de la cintura como una muestra de consideración de él con ella ante una grada, por ejemplo. Peor a nivel privado es diferente”, comentó.
De hecho en las fotografías que enviaron las agencias de noticias como France Press (AFP) en un momento Guillermo le pone la mano en la espalda a su esposa para que ella pase primero.
En el caso de Enrique y Meghan -agregó Marín- ellos abandonaron la vida real y por eso no tienen que cumplir con la norma de la Corona.
Igualmente ella lo ejemplificó de esta manera: si una pareja tiene un negocio en común, lo ideal y esperable es que no haya muestras de afecto cuando atienden a los clientes.
“Hay gente que me escribe y que trabajan juntos y llevan años de ser pareja, que la gente ni siquiera sabe que lo son. Esto porque son sumamente profesionales ante el público, pero en privado es muy diferente”, comentó Marín.
Saludos afectuosos con el público
En su aparición los hermanos vieron las cartas, regalos y flores que la gente colocó en las afueras del castillo.
Pero también saludaron efusivamente como una muestra de gratitud, no solo por el cariño que ellos le tuvieron a la soberana fallecida, sino también a ellos como sus nietos.
