Destacado

¿Por qué Nicaragua registra cada vez menos casos y muertes por COVID-19?

Nicaragua tiene varias semanas desde que sus autoridades oficiales reportan menos casos y muertes por COVID-19, algo que los especialistas…

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 3 minutos
¿Por qué Nicaragua registra cada vez menos casos y muertes por COVID-19?
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Nicaragua tiene varias semanas desde que sus autoridades oficiales reportan menos casos y muertes por COVID-19, algo que los especialistas locales afirman que no es representativo de la realidad.

La última vez que las autoridades sanitarias en Managua reportaron 10 muertes en una semana fue el pasado 23 de junio. Desde entones los decesos se cuentan por 5 ó 7 cada semana y, a la fecha, solo hay registrados 128 fallecimientos de manera oficial.

Lo mismo ocurre con los contagios: en la semana epidemiológica que va del 4 al 11 de agosto el Gobierno solo reportó 213 positivos. La semana previa a esta última el número se ubicó en 230 y en la anterior la cifra fue de 233.

Este panorama contrasta con los datos aportados por el Observatorio Ciudadano -grupo independiente integrados por profesionales de la salud-, que al 5 de agosto contabilizó 2.591 muertes por la COVID-19. En cuanto a los contagios el Ministerio de Salud reporta 4.115 casos frente a los 9.436 del Observatorio.

Entonces surge la pregunta: ¿por qué esta disminución en los reportes semanales? ¿Logró Nicaragua controlar la pandemia?

Los especialistas consultados por la prensa local descartan que el país haya encontrado la solución a la enfermedad ni mucho menos que las medidas (no) adoptadas por el gobierno sandinista de Daniel Ortega hayan hecho efecto, como la llamada “inmunidad de rebaño”, que no es más que una política de contagio progresivo de la población al coronavirus.

OBSERVE MÁS: Gobierno de Ortega: «Nicaragua es el mismo ejemplo que Suecia» en la atención de la pandemia del coronavirus

El gobierno se ha resistido a tomar medidas para contener la propagación del coronavirus y ha promovido ferias, marchas y actividades deportivas, a contrapelo de las recomendaciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Nicaragua coronavirus

Mientras el mundo lucha contra la pandemia del coronavirus, en Nicaragua se vive una realidad muy distinta propiciada por el Gobierno. Foto de 19 Digital.

El médico Carlos Hernández explicó al medio Confidencial que el Gobierno se niega a reconocer que pacientes que fallecieron a causa de otras complicaciones como tromboembolismo pulmonar, diabetes, infarto agudo de miocardio, crisis hipertensivas y neumonías bacterianas están relacionadas con el coronavirus.

La OPS aseguró meses atrás que esta sobremortalidad “tiene relación directa e indirecta con la pandemia”. De allí que se explica que cada vez hay reportes con menos muertes y menos contagios  por COVID-19 pero son numerosos los decesos por “otras enfermedades extrañas”, como la denomina el régimen.

Pero, amén lo anterior, existen otros problemas que hacen muy difícil rastrear la verdadera dimensión del impacto de la pandemia y de las cifras.

  1. El salubrista público José Antonio Delgado lamentó al diario La Prensa que la opacidad existente en la administración de Ortega hace muy difícil conocer el número real de enfermos, de hospitalizados, de las pruebas realizadas y los muertos.
  2. El epidemiólogo Álvaro Ramírez también aseguró a ese rotativo que las familias prefieren “esconder” a sus enfermos en sus casas. Esto porque dudan del manejo que se da en los centros médicos -donde los especialistas que han levantado la voz en contra del manejo de la enfermedad han sido despedidos- pero, también, porque los contagiados pasan a convertirse en “propiedad del Estado” y se pierde cualquier oportunidad de seguimiento transparente.
  3. El país ha recibido donaciones que superan las 30.000 pruebas, pero el Gobierno se ha negado a revelar cuántas ha realizado. Y también ha negado que estos test puedan ser realizados por el sector privado. Incluso, el régimen está cobrando $150 a quienes deseen realizarse una prueba como requisito para abandonar el país.

Otro problema detectado por especialistas y organismos internacionales es que Nicaragua se niega a reconocer que existe transmisión comunitaria del virus, a pesar de que la misma OPS sigue insistiendo que Nicaragua ya se encuentra en esta fase de contagio desde finales de mayo.

“Como hemos mencionado antes, la OPS sigue preocupada por la aplicación de las pruebas y aislamiento de todos los casos sospechosos y confirmados, el rastreo y cuarentena de contactos, y el tratamiento de todos los casos de COVID-19 en Nicaragua.

“Recibimos un informe semanal muy sucinto de las autoridades nicaragüenses, pero fuentes no oficiales indican cifras mucho más altas y que guardan relación con el incremento de mortalidad, la saturación de servicios de salud y la afectación del personal de Salud”, indicó el especialista Hernández a Confidencial.