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Tannia Moya para El Observador
No siempre se debe decir todo lo que se sabe, pero en cambio, se debe saber siempre todo lo que se dice.
Por supuesto que no pongo en duda la libertad de expresión. Cada uno de nosotros es libre de escribir, decir, pensar, opinar, leer y publicar todo lo que queremos; es un derecho básico y universal.
Pero lo que no podemos olvidar es que toda libertad implica responsabilidad y también respeto a los demás.
A raíz del desafortunado acontecimiento con el funcionario de la CCSS, que simuló vacunar a un adulto mayor, me llamó la atención la discusión en redes sociales de algunos usuarios que afirmaban que este no era un hecho aislado.
Incluso, aseguraban que lo más probable es que se debía a una operación orquestada entre otros funcionarios de salud a nivel nacional.
Esto alimenta la desinformación y las teorías de la conspiración que, además, dejan en entredicho y sin pruebas a los demás funcionarios hospitalarios que han sido claves en esta lucha contra el virus.
Las opiniones se respetan, pero no todas son correctas
Y aquí es donde aplico el ¿por qué no se calla? Hago un llamado a la prudencia y al valor del silencio. El que tengamos la posibilidad de postear y tuitear instantáneamente no debería ser excluyente de mi responsabilidad de hacerlo con fundamento.
Recuerdo una frase célebre de gran relevancia: no siempre se debe decir todo lo que se sabe pero, en cambio, se debe saber siempre todo lo que se dice.
Opinar y mal informar o generalizar dejan por fuera cualquier posibilidad de diálogo y entendimiento; pero sobre todo provoca una pérdida de confianza y credibilidad en el sistema y desestimula a los miles de funcionarios honestos del área de salud que han estado ahí, haciéndole frente a esta pandemia.
¡Cuidado con el sesgo de la generalización!
En la psicología se utiliza el término “sesgo cognitivo”, para designar a una clase de distorsión que afecta el modo de percibir la realidad y entre ellos encontramos el sesgo de generalización.
Es uno de los sesgos cognitivos más frecuentes, a través del cual las personas hacen una generalización errónea, tomando en cuenta apenas un hecho aislado.
En síntesis, se hace un juicio previo e inmediatamente se generaliza a las demás personas que cumplen esas características.
No aceptemos la mentira, la generalización o la intolerancia
Debemos protestar vehementemente ante hechos tan dolorosos como el sucedido con este funcionario, simplemente intolerable. Pero no juguemos con la libertad de expresión, no alimentemos los prejuicios y no causemos daño a la imagen, dignidad y trabajo de los demás; en este caso de los funcionarios de la CCSS.
Opinemos siempre basados en argumentos sólidos que se puedan probar, mostrando aspectos negativos y positivos del tema; tengamos y desarrollemos un pensamiento crítico y sobre todo tratemos de NO GENERALIZAR.
Nelson Mandela decía: “ser libre no es solo deshacerse de las cadenas de uno, sino vivir de una forma que respete y mejore la libertad de los demás.
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