Tomás Gómez
Las restricciones por el covid-19 incrementaron desde hace un año las restricciones para las visitas a los presos y ello ha impactado las dinámicas familiares, al punto de que muchos de ellos no han conocido a sus hijos nacidos en los últimos meses.
El ingreso de menores de edad a las cárceles está totalmente prohibido y fue así como la Defensa Pública organizó un nuevo sistema para reunir a las familias, aunque sea mediante una pantalla y por pocos minutos.
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Se trata de llamadas mediante Microsoft Teams. El experimento arrancó en la cárcel de Pérez Zeledón.
Según explicó la defensora Cristín Scott, el propio personal del centro penal alertó sobre la necesidad de conectar a los grupos familiares.
Las cárceles cuentan con un sistema propio para videollamadas para presos extrajeros. Pese a ello, no existía la capacidad logística para replicarlo con los reos nacionales.
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Como plan piloto, el Juzgado de Ejecución de la Pena de Pérez Zeledón prestó su sala de audiencias y desde ahí se dio la conexión.
“Para las personas privadas de libertad, la familia funciona como un incentivo en relación con su crecimiento personal y cambio. Es importante mantener y fortalecer ese vínculo familiar”, dijo la defensora Scott.
