Juan Pablo Arias
La aprobación de un proyecto de ley que habilita al Ministerio de Hacienda para emitir bonos de deuda externa, conocidos como eurobonos, es la salida más viable que ve el Ejecutivo como remedio para evitar una mayor desaceleración de la economía.
Así lo expresó el presidente Carlos Alvarado el jueves anterior, cuando personalmente atendió a un grupo de periodistas en Casa Presidencial. El mandatario se refirió ese día a sus planes de corto plazo para cumplir con la promesa de reactivación económica.
En su opinión, el escenario opuesto (que no se autorice la captación en el extranjero) profundizaría las necesidades de recursos de Hacienda en el mercado local y provocaría que el Gobierno compita con el sector privado, es decir, con las familias y las empresas, para obtener financiamiento.
“El impacto más inmediato lo podremos tener con la aprobación de los eurobonos; para aliviar el peso que tiene en nuestra economía el que el Gobierno tenga que captar en el mercado local para financiarse. Eso está estrujando las posibilidades de crecimiento de otros sectores”, manifestó.
El Presidente aseguró que instruyó a los funcionarios de su Gobierno -no aclaró cuáles- para que logren “persuadir al Congreso” y que se obtenga una aprobación de los eurobonos en el menor tiempo posible.
Cruzada contra reloj
La declaración de Alvarado fue un día antes de que se conociera el dato más reciente de actividad económica, estimado por el Banco Central, el cual revela que la tímida recuperación que venía registrándose desde octubre, frenó nuevamente en marzo.
Durante el último trimestre de 2018, la economía siguió desacelerando en su crecimiento, aunque cada vez en menor magnitud. Posteriormente dio señales de estabilización en el primer bimestre del 2019, pero en marzo volvió a desacelerar.
Esto pone en aprietos al Gobierno, que además necesita captar recursos del exterior antes de que deba cumplir con compromisos de deuda, como los vencimientos esperados hacia la segunda mitad del 2019.
“Los eurobonos deberían pasar en junio o julio para que puedan tener los efectos deseados. Esto es, poder hacer un canje de la deuda que está venciendo en el resto del año y evitar que el gobierno tenga que recurrir al mercado local para buscar esos $1.500 millones”, explicó Gonzalo Delgado, presidente de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Privado (Uccaep) en entrevista con El Observador, tras la presentación de la encuesta “Pulso Empresarial”.
Para el empresario, si Hacienda compite por su financiamiento en el mercado nacional, se reduciría la cantidad de dinero para prestar y los ciudadanos estarían más restringidos. “Probablemente con tasas más altas”, dijo.
En la misma fecha, la cúpula empresarial exigió al Gobierno plazos concretos para comenzar con el proceso de reactivación económica.
Eurobonos sí, pero…
En la Comisión de Asuntos Económicos, por lo menos cinco diputados (Ulate, Niño, Thompson, Abarca y Azofeifa) opinan que la autorización para emitir deuda externa debe ser inferior a los $6.000 millones que pretende el Ejecutivo.
El legislador Pedro Muñoz, es más categórico y se opone del todo al permiso que se tramita en el proyecto 21.201 “Autorización de Emisión de Títulos Valores en el Mercado Internacional y Contratación de Líneas de Crédito”.
En la acera de enfrente, la ministra Rocío Aguilar no ve con malos ojos que el monto aprobado sea menor; pero deja clara su preferencia por una autorización del monto total y que se evite así largos procesos de negociación para poder emitir deuda externa en los años subsiguientes.
Para este año, Hacienda ha revelado que tiene necesidades de financiamiento cercanas al 13% del producto interno bruto (PIB).
Colaboró para esta información el periodista Tomás Gómez
