Tomás Gómez
Sin decir nombres, el presidente Carlos Alvarado la emprendió contra los diputados del PAC que no respaldan la versión del proyecto de Empleo Público.
Aunque asegura que el 80% de su fracción lo respalda, fustigó al 20% restante. Alegó que el proyecto va acorde con los principios del PAC.
“Yo creo que el proyecto es consecuente con lo que incluso originalmente es el planteamiento de la agrupación política que me trajo a ser gobernante”, dijo.
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“Si algo caracterizó a ese grupo y a lo que yo pienso es que no puede haber posiciones de privilegio ni en convenciones colectivas ni en regímenes de empleo público ni personas exentas de pagar impuestos frente a otros”, agregó.
Alvarado insistió además en que la reforma de Empleo Público es un componente esencial del acuerdo con el FMI y que debe acelerarse. Según dijo, el paquete completo referente al FMI debe estar listo para mediados de año.
Los diputados que van por su lado
Pese a ser la fracción oficialista más pequeña en medio siglo, los diputados del PAC han mostrado sus diferencias a lo largo de toda la legislatura.
Los últimos conflictos surgieron por Empleo Público y la lista de instituciones a regular.
Las universidades han sido el escollo principal y la diputada del PAC, Paola Vega, ha encabezado la oposición a incluirlas alegando su “autonomía”.
El tema ya había generado roces entre Vega y el presidente, quien insiste en no separar entes de la Ley de Empleo Público.
“No creo en caudillismos y no creo que el debate tenga que callar o poner un bozal a una diputada con frases tan de viejo siglo, como decir que una autoridad superior ya dio su posición”, señaló Vega semanas atrás.
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El otro congresista con visión crítica hacia el proyecto es Welmer Ramos. A él fue el propio presidente Alvarado quien lo designó como diputado de confianza al asegurarle su sitio en la papeleta.
Ramos ha insistido en que hay un interés ideológico de precarizar el empleo tanto en el sector público como en el privado.
